En cu cuarta y última caminata espacial en menos de un mes, Behnken y Chris Cassidy realizaron una serie de tareas de mantenimiento fuera de la Estación Espacial Internacional.
Conectaron cables, instalaron un cajón de herramientas y retiraron escudos térmicos de un puerto de atraque que alojará una esclusa de aire comercial en los próximos meses.
Behnken tuvo que retirar unos escombros del borde circular del puerto, futuro hogar de una esclusa abovedada provista por la empresa Nanoracks de Houston para lanzar satélites y experimentos al espacio.
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SpaceX lanzará esta esclusa de aire comercial, la primera de su tipo, hacia finales del año.
Para cada astronauta fue la décima caminata espacial. Con las cinco horas y media del martes, Behnken ha pasado 61 horas en el vacío del espacio y Cassidy casi 55 horas.
“La décima es un poco más cómoda que la primera”, dijo Cassidy. “Pero la vista es siempre espectacular”.
En menos de dos semanas, Behnken y Doug Hurley, que monitoreó a caminata desde el interior de la estación, partirán en la misma cápsula tripulada SpaceX Dragon que los transportó al espacio a fines de mayo.
SpaceX apunta a un amarizaje frente a la costa de Florida en agosto, la primera para los astronautas en 45 años.
Si el tiempo lo permite, la cápsula Dragon caerá con paracaídas al Golfo de México frente a la costa de Florida.
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El administrador Jim Bridenstine dijo que una vez finalizada la caminata, los astronautas “se van a concentrar como un láser en el regreso a casa”.
Bridenstine dijo que el vuelo de ensayo del SpaceX ha funcionado a las mil maravillas. “Y toco madera porque no termina sino cuando Bob y Doug estén de regreso” dijo en un panel de la Fundación Espacial el lunes.
Cassidy y dos cosmonautas rusos permanecerán en el laboratorio orbital hasta octubre.
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