CALIFORNIA, HONDURAS. -Las autoridades emplean una potente herramienta en sus esfuerzos para identificar a las decenas de fallecidos en un incendio que arrasó el norte de California: pruebas de
ADN rápidas que arrojan resultados en apenas dos horas.
El sistema puede analizar el ADN de fragmentos de hueso u otros restos y emparejarlo con el material genético proporcionado por los familiares de los desaparecidos. Pero la tecnología depende de que la gente entregue muestras que pueden obtenerse con un frotis de mejilla y, por el momento, no hay tantos voluntarios como las autoridades esperaban.
Hasta el martes, casi dos semanas después del infierno que arrasó la ciudad de Paradise y zonas próximas, el número de fallecidos confirmados ascendía a 81 personas y la lista de desaparecidos elaborada por la policía tenía alrededor de 700 nombres.
Pero solo unas 60 personas proporcionaron muestras en los laboratorios improvisados en la oficina de la policía del condado de Butte en Oroville y en un antiguo edificio de Sears en Chico, donde la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) instaló un ayuda, explicó Annette Mattern, vocera de ANDE, la empresa de Longmont, Colorado, que donó la tecnología.
'Necesitamos cientos', apuntó Mattern. 'Necesitamos una muestra lo suficientemente grande como para que podamos hacer identificaciones positivas y para dar una mejor idea de cuántas pérdidas hay realmente”.
La confusión y la información contradictoria, la incapacidad de los familiares para viajar al norte de California y la desconfianza del gobierno podrían contribuir a la baja participación.
Tara Quinones no tuvo noticias de su tío, David Marbury, durante ocho días hasta que fue al norte desde la Bahía de San Francisco para entregar una muestra el viernes. Un empleado utilizó un hisopo para recoger una muestra en su mejilla, tomó tres muestras de piel y le hizo preguntas detalladas sobre la persona a la que estaba buscando y su parentesco.
El propietario de la casa en la que vivía su tío confirmó que la vivienda quedó arrasada por las llamas con su vehículo todavía en el garaje, pero Quinones desconocía si se había encontrado resto alguno. El nombre de Marbury sigue entrando y saliendo intermitentemente de la cambiante lista de desaparecidos.
'Lo hice para ser proactiva', dijo Quinones el lunes. 'Esta es la única forma en la que podía contribuir a ayudar a encontrar a mi tío”.
Algunos de los que entregaron muestras de AND lo hicieron, como Quinones, tras enterarse de la iniciativa para la identificación en su desesperada búsqueda de sus seres queridos, otros luego de que el departamento de policía los llamó para decir que se hallaron unos restos que podrían pertenecer a su familiar.
Mattern declinó decir el martes cuántas víctimas ayudó a identificar la tecnología ANDE. La oficina del jefe de la policía del condado, Kory Honea, no respondió de inmediato a las peticiones de comentarios.
El incendio estaba contenido en un 75% el martes. La previsión de lluvia desde el miércoles hasta el fin de semana feriado de Acción de Gracias podría ayudar a combatir las llamas, pero también obstaculizar las labores de localización al llevarse algunos restos fragmentados y convertir las cenizas en una espesa pasta.
El sistema puede analizar el ADN de fragmentos de hueso u otros restos y emparejarlo con el material genético proporcionado por los familiares de los desaparecidos. Pero la tecnología depende de que la gente entregue muestras que pueden obtenerse con un frotis de mejilla y, por el momento, no hay tantos voluntarios como las autoridades esperaban.
Hasta el martes, casi dos semanas después del infierno que arrasó la ciudad de Paradise y zonas próximas, el número de fallecidos confirmados ascendía a 81 personas y la lista de desaparecidos elaborada por la policía tenía alrededor de 700 nombres.
Pero solo unas 60 personas proporcionaron muestras en los laboratorios improvisados en la oficina de la policía del condado de Butte en Oroville y en un antiguo edificio de Sears en Chico, donde la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) instaló un ayuda, explicó Annette Mattern, vocera de ANDE, la empresa de Longmont, Colorado, que donó la tecnología.
'Necesitamos cientos', apuntó Mattern. 'Necesitamos una muestra lo suficientemente grande como para que podamos hacer identificaciones positivas y para dar una mejor idea de cuántas pérdidas hay realmente”.
La confusión y la información contradictoria, la incapacidad de los familiares para viajar al norte de California y la desconfianza del gobierno podrían contribuir a la baja participación.
Tara Quinones no tuvo noticias de su tío, David Marbury, durante ocho días hasta que fue al norte desde la Bahía de San Francisco para entregar una muestra el viernes. Un empleado utilizó un hisopo para recoger una muestra en su mejilla, tomó tres muestras de piel y le hizo preguntas detalladas sobre la persona a la que estaba buscando y su parentesco.
El propietario de la casa en la que vivía su tío confirmó que la vivienda quedó arrasada por las llamas con su vehículo todavía en el garaje, pero Quinones desconocía si se había encontrado resto alguno. El nombre de Marbury sigue entrando y saliendo intermitentemente de la cambiante lista de desaparecidos.
'Lo hice para ser proactiva', dijo Quinones el lunes. 'Esta es la única forma en la que podía contribuir a ayudar a encontrar a mi tío”.
Algunos de los que entregaron muestras de AND lo hicieron, como Quinones, tras enterarse de la iniciativa para la identificación en su desesperada búsqueda de sus seres queridos, otros luego de que el departamento de policía los llamó para decir que se hallaron unos restos que podrían pertenecer a su familiar.
Mattern declinó decir el martes cuántas víctimas ayudó a identificar la tecnología ANDE. La oficina del jefe de la policía del condado, Kory Honea, no respondió de inmediato a las peticiones de comentarios.
El incendio estaba contenido en un 75% el martes. La previsión de lluvia desde el miércoles hasta el fin de semana feriado de Acción de Gracias podría ayudar a combatir las llamas, pero también obstaculizar las labores de localización al llevarse algunos restos fragmentados y convertir las cenizas en una espesa pasta.