KIEV, UCRANIA.- Rusia lanzó este viernes una serie de misiles contra Kiev, coincidiendo con la visita de una delegación de dirigentes africanos en busca de una salida al conflicto.
Los líderes africanos, entre ellos el presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa, prevén reunirse este viernes con el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, y el sábado con el ruso Vladimir Putin, en San Petersburgo.
Poco después de su llegada, se activaron las sirenas antiáereas y se oyeron varias explosiones en Kiev.
El ejército del aire ucraniano dijo haber derribado 12 misiles rusos, entre ellos seis Kinzhal supersónicos. Todos los proyectiles fueron interceptados en el espacio aéreo alrededor de Kiev, indicó su administración militar.
Estos bombardeos son un mensaje de Moscú a los mediadores africanos, según el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba.
“Los misiles rusos son un mensaje a África: Rusia quiere más guerra, no la paz”, tuiteó.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, indicó que este ataque no causó daños en la ciudad.
La delegación africana también visitó Bucha, en las afueras de la capital y escenario el año pasado de una masacre de civiles atribuida al ejército ruso.
“Camino hacia la paz”
La delegación espera reunirse con Zelenski con el objetivo de “intentar encontrar un camino hacia la paz en este conflicto”, tuiteó el portavoz de la presidencia sudafricana, Vincent Magwenya.
Esta mediación tiene lugar en plena contraofensiva de las fuerzas de Kiev, con un recrudecimiento de los combates en el terreno e intensos bombardeos rusos contra grandes ciudades ucranianas.
Se trata de la última iniciativa hasta ahora de una serie de esfuerzos diplomáticos que han intentado, en vano, apaciguar el conflicto.
Pero, según los expertos, esta misión tiene pocas posibilidades de llegar a buen puerto.
Los dirigentes africanos “no pueden tener un rol de mediadores. Tienen poco peso político, y no tienen ninguna influencia”, dijo a AFP el analista político ucraniano Anatoliy Oktysiuk.
Sudáfrica, criticada por su posición cercana a Moscú, se ha negado a condenar la invasión rusa y afirma que quiere mantenerse neutral e instar al diálogo.
Los países africanos han denunciado de forma menos unánime que las potencias occidentales la guerra que lanzó Rusia en Ucrania en febrero de 2022.
Putin intenta atraer a los dirigentes africanos, argumentando que Rusia está combatiendo el imperialismo occidental, y acusando a los aliados de Ucrania de bloquear con sus sanciones las exportaciones de cereales y fertilizantes rusos, cruciales para África.
Retroceso de Rusia
En el terreno, el ejército ruso reconoció este viernes que se están produciendo combates intensos en el sur de Ucrania, por el control de las localidades de Rivnopil y Urojaine, y admitió implícitamente por primera vez un retroceso en el terreno.
“Los combates más activos tienen lugar en las localidades de Rivnopil y Urojaine”, dijo el ejército ruso.
Estas localidades están junto a otras que Ucrania afirmó haber recuperado la semana pasada, en la zona de Vremivka.
Rusia afirmó que “cinco ataques de las fuerzas armadas ucranianas fueron repelidos”.
El hecho de que haya combates por el control de estas localidades implica que las líneas de los rusos retrocedieron algunos kilómetros hacia el sur y hacia el este, en la frontera de las regiones de Zaporiyia y de Donetsk, que están parcialmente ocupadas por Rusia.
El ejército ucraniano reportó avances el jueves, pese a la “poderosa resistencia” de las tropas rusas.