BANGKOK, FILIPINAS.- La Policía de Filipinas confirmó la detención del influyente predicador Apollo Quiboloy, de 74 años y cercano al expresidente Rodrigo Duterte, acusado de delitos de pederastia y tráfico humano.
Las autoridades arrestaron a Quiboloy alrededor de las 18:00 hora local (10:00 GMT) dentro del enorme complejo que el grupo evangelista Reino de Jesucristo tiene en la sureña ciudad de Davao, señaló en una rueda de prensa el director regional de la Policía, Nicolas Torre.
“Apollo Quiboloy ha sido arrestado”, adelantaba minutos antes la noticia el ministro de Interior, Benhur Abalos, en las redes sociales, sin aportar más detalles. Más de 2.000 oficiales, apoyados por cientos de soldados, asediaban desde el 24 de agosto las grandes instalaciones, con numerosos edificios -incluido un helipuerto- que ocupan unas 30 hectáreas, donde se sospechaba que se refugiaba el predicador evangelista.
Quiboloy, que también figura en la lista de los más buscados por el FBI de Estados Unidos, se encontraba huido de la justicia desde abril para evitar enfrentarse a varios cargos de abusos a menores y tráfico humano presentados por dos tribunales filipinos.
Los seguidores del predicador bloquearon durante días las entradas al recinto religioso e incluso protagonizaron enfrentamientos contra la Policía para evitar la detención de su líder religioso, autoproclamado “dueño del universo” e “hijo designado de Dios”.
Durante las refriegas, más de 100 fieles evangelistas y 60 policías resultaron heridos, mientras una persona murió por problemas cardíacos, según el recuento oficial. El pastor es seguido por millones de personas en Filipinas, donde los líderes religiosos tienen una gran influencia en la política.
La tensa situación ha sido analizada como un nuevo episodio de los desacuerdos entre los poderosos clanes políticos de los Marcos y Duterte, que acudieron en tándem en las elecciones en 2022.
El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr, defendió en reiteradas ocasiones el despliegue de policías y soldados dada la magnitud del área del recinto para evitar una supuesta huida del acusado. Por su parte, Sara Duterte, actual vicepresidenta e hija del exmandatario Rodrigo Duterte (2016-2022), se disculpó por el uso “inaceptable” de la fuerza ejercida por la Policía en Davao, feudo de su clan familiar.
El alcalde de Davao, Sebastián Duterte -hijo del exdirigente-, también denunció el uso “excesivo” de la fuerza por parte de la policía contra ciudadanos “inocentes”, a quienes reconoció el derecho a protestar de “manera pacífica”.
Durante la presidencia de Rodrigo Duterte, Quiboloy ejerció un rol no oficial como asesor espiritual del mandatario. Pero, tras la llegada de los Marcos al poder, los tribunales filipinos comenzaron a perseguir al predicador por numerosos delitos.