Los colegios electorales cerraron a las 6:00 de la tarde en muchas zonas de los estados de Kentucky e Indiana, en unos comicios donde la oposición demócrata es favorita a recuperar la mayoría de la Cámara de Representantes, mientras que los republicanos deberían mantener el control del Senado.
La alta votación por adelantado -al menos 38 millones emitieron sus boletas anticipadamente, un 40% más que en 2014, según expertos- hacía pensar en una alta participación final a pesar de fuerte lluvias en la costa este del país.
Boletas de dos páginas causaron retrasos en Nueva York, mientras que los votantes en Georgia también enfrentaron largas esperas debido a problemas técnicos y alta participación, informaron medios estadounidenses.
Con el dominio del Congreso y el programa de gobierno de Trump en juego, la votación temprana alcanzó niveles récord y la participación se presentaba alta en todo el país.
Las 435 bancas de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y 36 gobernaciones están en liza junto a numerosos cargos locales y estatales.
Los demócratas necesitan una ganancia neta de 23 bancas para dominar la Cámara baja por primera vez desde 2010, y según las últimas encuestas tienen buenas posibilidades de conseguirlo.
Los republicanos, en cambio, tienen una ventaja de 51-49 en el Senado que seguramente mantengan debido a que defienden solo nueve escaños frente a los 26 que buscan retener los demócratas.
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