TOKIO, JAPÓN.- El balance del potente
sismo que afectó la semana pasado la isla de Hokkaido, en el
norte de Japón, aumentó a 44 muertos anunció este lunes el gobierno, que indicó ninguna persona permanece desaparecida.
Unos 40,000 socorristas (bomberos, policías y soldados) permanecían en la zona afectada para ayudar a la población, indicaron las autoridades.
Más de 2,700 personas, cuyas viviendas fueron destruidas o sufrieron graves daños, siguen alojadas en albergues, indicaron las fuentes.
La mayoría de los muertos se registraron en la pequeña localidad rural de Atsuma, donde un conjunto de viviendas quedó sepultado por el corrimiento de una ladera provocado por el terremoto de magnitud 6,6.
'El gobierno tomará todas las medidas necesarias a fin de que cada uno pueda recuperar una vida normal y segura lo antes posibles', declaró este lunes el portavoz del gobierno Yoshihide Suga.
El sismo del jueves fue el último desastre natural que golpeó el país en las últimas semanas.
El oeste del país todavía se están recuperando del tifón más potente que golpeó Japón en un cuarto de siglo, que mató a 11 personas y obligó a cerrar el aeropuerto de Kansai (Osaka).
A comienzos de julio, el archipiélago registró lluvias excepcionales que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra que dejaron 220 muertos.
Unos 40,000 socorristas (bomberos, policías y soldados) permanecían en la zona afectada para ayudar a la población, indicaron las autoridades.
Más de 2,700 personas, cuyas viviendas fueron destruidas o sufrieron graves daños, siguen alojadas en albergues, indicaron las fuentes.
La mayoría de los muertos se registraron en la pequeña localidad rural de Atsuma, donde un conjunto de viviendas quedó sepultado por el corrimiento de una ladera provocado por el terremoto de magnitud 6,6.
'El gobierno tomará todas las medidas necesarias a fin de que cada uno pueda recuperar una vida normal y segura lo antes posibles', declaró este lunes el portavoz del gobierno Yoshihide Suga.
El sismo del jueves fue el último desastre natural que golpeó el país en las últimas semanas.
El oeste del país todavía se están recuperando del tifón más potente que golpeó Japón en un cuarto de siglo, que mató a 11 personas y obligó a cerrar el aeropuerto de Kansai (Osaka).
A comienzos de julio, el archipiélago registró lluvias excepcionales que provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra que dejaron 220 muertos.