TEHERÁN, IRÁN.- Irán declaró el lunes cinco días de luto por la muerte, en un accidente aéreo de su presidente Ebrahim Raisi, un ultraconservador en el poder desde hacía tres años y que era considerado uno de los favoritos para suceder al ayatolá Ali Jamenei, líder supremo.
Jamenei designó como presidente interino al primer vicepresidente, Mohammad Mokhber, a la espera de la celebración de elecciones en un plazo máximo de 50 dias.
Asimismo, el negociador del programa nuclear iraní, Ali Bagheri, fue nombrado canciller interino, tras la muerte del ministro Hossein Amir Abdolahian, de 60 años, que tambiéb viajaba en el aparato.
El martes comenzarán los funerales del presidente electo en 2021, y cuya muerte a los 63 años abre un periodo de incertidumbre política en Irán, en un momento en el que la región está sacudida por la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y Hamás, un aliado de la República Islámica.
“El presidente del pueblo iraní, trabajador e infatigable (...), ha sacrificado su vida por la nación”, dijo el gobierno.
“El gran espíritu del presidente popular y revolucionario de Irán se ha unido al reino supremo”, indicó por su parte la agencia oficial de noticias Irna.
El helicóptero Bell 212 en el que viajaba Raisi desapareció el domingo por la tarde cuando sobrevolaba una región montañosa de Irán con condiciones meteorológicas difíciles, con lluvia y una densa niebla.
Preocupación Internacional
Además del presidente y el ministro de Exteriores, en el aparato viajaban también el gobernador de la provincia de Azerbaiyán Oriental, el principal imán de la región, el jefe de seguridad del presidente y tres tripulantes.
Los socorristas recuperaron este lunes los cuerpos de los pasajeros, que fueron trasladados a Tabriz, gran ciudad del noroeste, indicó la Media Luna Roja.
La situación fue seguidas de cerca por la comunidad internacional, en especial por Estados Unidos, Rusia, China y los países vecinos.
Varios dirigentes enviaron mensajes de condolencias, como el primer ministro indio, Nerendra Modi, quien dijo este lunes estar “profundamente entristecido” por la muerte del mandatario iraní.
En Rusia, el presidente Vladimir Putin rindió homenaje a un “político notable” y “verdadero amigo de Rusia”, y el presidente sirio, Bashar al Asad, proclamó su “solidaridad” con Teherán, que le apoya en la guerra civil en su país.
El presidente chino, Xi Jinping, calificó su muerte de “gran pérdida para el pueblo iraní”.