SEÚL COREA DEL SUR.-Corea del Norte disparó el viernes dos misiles balísticos de corto alcance, indicó el ejército surcoreano, los más recientes de una serie de ensayos armamentísticos que pueden culminar en un test nuclear según Washington y Seúl.
Estos lanzamientos coinciden con el final de 12 días de maniobras navales anfibias de Corea del Sur y Estados Unidos y tienen lugar a unos días de iniciarse el lunes unos ejercicios aéreos que movilizarán más de 200 aviones de caza de estos dos países.
Estas iniciativas suelen enfurecer al régimen dirigido por Kim Jong Un, que los considera simulacros para una eventual invasión y suele responder con “contramedidas” como estos disparos.
El ejército de Corea del Sur indicó que había “detectado dos misiles balísticos disparados desde el área de Tongchon en Gangwon entre las 11H59 (02H59 GMT) y las 12H18”, en referencia a una provincia en la costa oriental de Corea del Norte.
“Nuestro ejército ha aumentado la monitorización y la vigilancia y se mantiene en posición de preparación completa en cercana coordinación con Estados Unidos”, dijo el Estado Mayor Conjunto en un comunicado.
Con las negociaciones en la península paralizadas desde hace tiempo, las tensiones aumentaron este año con la serie de pruebas militares del país liderado por Kim Jong Un, que declaró recientemente como “irreversible” su estatus de potencia nuclear.
Las autoridades de Estados Unidos y Corea del Sur llevan meses advirtiendo que Kim prepara un nuevo ensayo nuclear, que sería el séptimo en la historia del país y el primero desde 2017.
El martes, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, dijo que el Norte ya lo tenía todo preparado para esta prueba.
“Parece que ya han completado los preparativos para su séptimo test nuclear”, dijo durante un discurso parlamentario.
El miércoles, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur advirtieron que tal ensayo recibiría una “respuesta de una fuerza sin precedentes”.
- Bloqueo en la ONU -
Este mes, Corea del Norte lanzó varias ráfagas de artillería a una “zona de amortiguamiento” en la frontera marítima que ambos países habían pactado en 2018 dejar fuera de eventuales hostilidades.
También reconoció que condujo “ejercicios nucleares tácticos” simulando un ataque a Corea del Sur.
Los medios estatales norcoreanos también publicaron una serie poco usual de comunicados de las fuerzas armadas en los que condenaban “las maniobras de guerra del enemigo” y pedían su cese.
Desde la llegada de Yoon Suk-yeol, Corea del Sur incrementó las maniobras militares conjuntas con Estados Unidos, que recientemente desplegó un portaviones de propulsión nuclear en la zona, y con Japón.
Los analistas consideran que Pyongyang quiere aprovechar el bloqueo entre las grandes potencias del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para acelerar la modernización de su armamento.
En una reunión reciente del consejo para discutir un lanzamiento de un misil norcoreano que sobrevoló Japón, China, el principal aliado de Pyongyang, acusó a Estados Unidos de provocar esta serie de disparos.
Hace meses que esta instancia está dividida sobre cómo responder a las acciones del país comunista: China y Rusia empatizan con Kim Jong Un y el resto del consejo pide incrementar las sanciones existentes contra el país.