QUITO, ECUADOR.- La Corte Nacional de Justicia de Ecuador (CNJ) negó el viernes un habeas corpus planteado por el detenido exvicepresidente Jorge Glas, aunque estableció que fue “ilegal y arbitraria” su captura mediante un asalto policial a la embajada de México en Quito en la que se encontraba refugiado.
Glas, cuyo arresto hace una semana con la irrupción a la fuerza en la legación derivó en que México rompa relaciones diplomáticas, buscaba obtener su libertad a través de ese recurso, con el que también perseguía que la justicia declare que fue ilegal su detención.
Durante la audiencia para resolver el habeas corpus, que se inició el jueves, la suprema CNJ determinó la ilegalidad y arbitrariedad del arresto del exvicepresidente entre 2013 y 2017, a quien horas antes México le concedió asilo en medio de una crisis diplomática al ser expulsada su embajadora Raquel Serur por ser declarada persona non grata.
Glas se refugió en la embajada mexicana en diciembre, antes de que la justicia le dictara orden de prisión por un supuesto peculado en el manejo de fondos para la reconstrucción de poblados devastados por un terremoto en 2016, en una indagación fiscal que está en curso.
A pesar de que fue negado el habeas corpus, unos cincuenta simpatizantes del exvicepresidente celebraron ruidosamente en las afueras de la CNJ la decisión judicial de considerar “ilegal y arbitraria” la captura de su líder.
Glas debía cumplir ocho años de prisión por condenas previas en dos casos de corrupción. Sin embargo, salió de la cárcel en 2022 gracias a una cuestionada medida cautelar, luego de estar cinco años preso, y debía presentarse periódicamente ante la autoridad.
Un tribunal de la CNJ, que tomó en cuenta que no hubo orden de allanamiento para la irrupción en la sede diplomática, también concluyó que Glas debe seguir en prisión por las condenas pendientes.
En uno de los casos por cohecho, fue condenado en 2020 junto a su amigo y exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), de quien fue vicepresidente.
El exmandatario, quien vive en Bélgica desde que dejó el poder, fue juzgado en ausencia y afronta una orden de detención.