WASHINGTON, Estados Unidos
La Casa Blanca dijo este jueves que Cuba no había hecho lo suficiente para prevenir una serie de presuntos 'ataques' contra una veintena de funcionarios de la embajada de Estados Unidos en La Habana, sin culpar directamente al gobierno cubano.
'Creemos que el gobierno cubano podía detener los ataques a nuestros diplomáticos', afirmó en rueda de prensa el general John Kelly, jefe de gabinete del presidente Donald Trump.
Los misteriosos 'ataques', que inicialmente funcionarios estadounidenses sugirieron que podrían haberse llevado a cabo con algún tipo de dispositivo acústico encubierto, han afectado al menos a 21 empleados de la embajada de Estados Unidos en La Habana.
Los ataques habrían comenzado a fines de noviembre de 2016, y el último caso se registró en agosto pasado, según información del Departamento de Estado.
La Asociación Estadounidense del Servicio Exterior dijo que los afectados presentaron 'daño traumático cerebral leve y pérdida de la audición, además de síntomas como desequilibrio, fuertes dolores de cabeza, dificultades cognitivas e inflamación cerebral'.
Como respuesta a esta situación, Estados Unidos ordenó la semana pasada la expulsión de 15 diplomáticos cubanos en Washington.
Días antes había anunciado la reducción a la mitad del personal de su embajada en La Habana, además de suspender la emisión de visas y emitir un alerta con recomendaciones a que los ciudadanos estadounidenses eviten viajar a Cuba.
Estos misteriosos 'ataques', aún bajo investigación, motivaron la mayor crisis entre la isla y Estados Unidos desde que ambos restablecieran sus lazos diplomáticos en 2015, después de medio siglo de ruptura y desconfianza.
Washington no ha acusado formalmente a Cuba por los 'ataques'.
La Habana, en tanto, descarta cualquier responsabilidad en los episodios y afirma que las pesquisas en curso no han arrojado evidencia de que esos 'ataques' hayan realmente ocurrido.
La Casa Blanca dijo este jueves que Cuba no había hecho lo suficiente para prevenir una serie de presuntos 'ataques' contra una veintena de funcionarios de la embajada de Estados Unidos en La Habana, sin culpar directamente al gobierno cubano.
'Creemos que el gobierno cubano podía detener los ataques a nuestros diplomáticos', afirmó en rueda de prensa el general John Kelly, jefe de gabinete del presidente Donald Trump.
Los misteriosos 'ataques', que inicialmente funcionarios estadounidenses sugirieron que podrían haberse llevado a cabo con algún tipo de dispositivo acústico encubierto, han afectado al menos a 21 empleados de la embajada de Estados Unidos en La Habana.
Los ataques habrían comenzado a fines de noviembre de 2016, y el último caso se registró en agosto pasado, según información del Departamento de Estado.
La Asociación Estadounidense del Servicio Exterior dijo que los afectados presentaron 'daño traumático cerebral leve y pérdida de la audición, además de síntomas como desequilibrio, fuertes dolores de cabeza, dificultades cognitivas e inflamación cerebral'.
Como respuesta a esta situación, Estados Unidos ordenó la semana pasada la expulsión de 15 diplomáticos cubanos en Washington.
Días antes había anunciado la reducción a la mitad del personal de su embajada en La Habana, además de suspender la emisión de visas y emitir un alerta con recomendaciones a que los ciudadanos estadounidenses eviten viajar a Cuba.
Estos misteriosos 'ataques', aún bajo investigación, motivaron la mayor crisis entre la isla y Estados Unidos desde que ambos restablecieran sus lazos diplomáticos en 2015, después de medio siglo de ruptura y desconfianza.
Washington no ha acusado formalmente a Cuba por los 'ataques'.
La Habana, en tanto, descarta cualquier responsabilidad en los episodios y afirma que las pesquisas en curso no han arrojado evidencia de que esos 'ataques' hayan realmente ocurrido.