NUEVA YERSEY, ESTADOS UNIDOS.- El expresidente y actual precandidato presidencial, Donald Trump, arribó por la noche de ayer sábado a la ciudad de Newark, en el estado de Nueva Jersey, en su avión privado y captado en un aparente buen estado de salud y ánimo, solo horas después del intento de asesinato registrado durante un acto de campaña en Pensilvania.
Tras el vuelo proveniente de Pittsburgh, en Pensilvania, un video captó el momento en que Trump descendió de las escaleras de la aeronave por sus propios medios.
El también empresario se encontraba vestido con un traje azul y sin corbata y mientras iba descendiendo hasta tuvo tiempo para saludar a personas que se encontraba en la pista de aterrizaje.
Medios estadounidenses informaron que el ingreso de Trump en el hospital fue breve, y en pocas horas, se observó una caravana escoltada por la policía estatal de Pensilvania dirigiéndose al aeropuerto para su retorno a Nueva Jersey sin mayores novedades.
Horas después de su intento de asesinato, no se ha confirmado si Trump tendrá actividades políticas este domingo -14 de julio- o si se dedicará a descansar por la herida sufrida en su oreja y el shock ocasionado por el atentado.
Por su parte, su equipo de campaña anunció que se espera su participación el lunes en la Convención Republicana de Milwaukee, donde el Partido Republicano formalizará su candidatura para las próximas elecciones y se dará a conocer el nombre del candidato a la vicepresidencia.
Trump se mostró con una absoluta normalidad al bajar del avión, donde presumiblemente se dirigía a la Torre Trump, donde reside en la ciudad de Nueva York.
¿Cómo ocurrió el atentado?
Trump, que llevaba una gorra roja con su lema “Haz a Estados Unidos grande otra vez”, acababa de empezar a hablar en su último mitin antes de la Convención Nacional Republicana cuando se escucharon varios estruendos.
Hizo una mueca y se agarró la oreja ensangrentada y luego se agachó mientras los agentes del servicio secreto subían al podio, lo rodeaban y lo escoltaban fuera del escenario hasta un vehículo cercano.
El expresidente resultó herido en una oreja el sábado en un intento de asesinato durante un acto político antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
El republicano de 78 años fue sacado del escenario con el rostro ensangrentado después de un tiroteo en Butler, Pensilvania, en el norte del país.
Se volvió hacia la multitud y levantó repetidamente el puño, además de pronunciar unas palabras inaudibles, en una imagen que ya se ha convertido en icónica.
Los agentes hicieron entrar al magnate en una camioneta mientras él una vez más agitaba el puño.
“Supe inmediatamente que algo andaba mal porque escuché un zumbido, disparos e inmediatamente sentí la bala desgarrando la piel”, sostuvo luego. “Hubo mucho sangrado, entonces me di cuenta de lo que estaba pasando”.
El Servicio Secreto estadounidense negó este domingo versiones que le señalan de rechazar protección adicional a Trump.
El portavoz del servicio, Anthony Guglielmi, dijo en la red X que este tipo de aseveraciones contra la entidad son “absolutamente falsas” y añadió que la agencia ha “añadido recursos de protección, tecnología y capacidades” nuevas a medida que avanza la campaña para las presidenciales de noviembre.
El Servicio Secreto había informado el sábado que el atacante “efectuó múltiples tiros hacia el escenario desde una posición elevada fuera del mitin” antes de ser “neutralizado” por sus agentes.
El autor de los disparos y un transeúnte murieron y dos espectadores resultaron gravemente heridos.
