Los 100 miembros de la Cámara Alta se reunieron al mediodía para escuchar los argumentos de la acusación y la defensa sobre si escuchar a otros testigos y admitir nuevas pruebas en este juicio político.
'Los hechos saldrán a la luz, pero la pregunta que tienen ante ustedes hoy es si saldrán a tiempo para que puedan formarse una opinión clara sobre la culpa o la inocencia del presidente', dijo a los senadores el fiscal jefe del caso, el demócrata Adam Schiff, en un esfuerzo final por reunir los 51 votos necesarios.
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La bancada demócrata tiene 47 escaños y ha tratado durante días de convencer a cuatro republicanos dubitativos. Dos de ellos acaban de anunciar su intención de votar 'en contra', lo que implica que el Senado rechazará la moción en una votación prevista para última hora del viernes.
Después de esta votación, los senadores se tienen que pronunciar sobre los dos cargos contra Trump: abuso de poder y entorpecer el correcto funcionamiento del Congreso. La Constitución estadounidense prevé que para destituir al presidente se necesita una mayoría de dos tercios (67 votos).
Con toda probabilidad, Trump, el tercer presidente de la historia del país que enfrenta un proceso de destitución, será absuelto de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso que le imputó la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata.
La única incógnita ahora es saber cuándo podrá Trump cerrar este episodio que divide a la clase política y a la ciudadanía.
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El multimillonario, que lanzó su campaña para ser reelegido, tiene prisa por dejar atrás el juicio. Según sus allegados, espera ser absuelto antes de pronunciar su tradicional discurso sobre el estado de la Unión, el martes por la noche ante el Congreso.
Y tal vez el juicio termine antes del domingo, cuando tiene previsto dar una entrevista al canal de noticias conservador Fox News antes del Super Bowl, la final del campeonato de fútbol americano, un evento que suele reunir a unos 100 millones de telespectadores y durante el cual se emitirá un anuncio de la campaña presidencial.
A menos de 300 días de las elecciones presidenciales de noviembre, los demócratas intentan sacar nuevas informaciones comprometedoras para el mandatario republicano y reclaman la comparecencia de varios de sus allegados.
Una votación clave sobre los testigos
La apuesta demócrata parece complicada. Cuatro senadores republicanos mostraron en los últimos días su interés por ver testificar a John Bolton en la Cámara Alta, a raíz de declaraciones que hizo el exasesor de Seguridad Nacional.
La senadora republicana moderada Lisa Murkowski dijo el lunes tener 'curiosidad' por escuchar a Bolton. Sin embargo, el viernes anunció que no apoyaría llamar a testigos, y criticó 'la naturaleza partidista' de los debates que provocan que no haya 'un juicio justo'.
'No creo que continuar cambie nada', añadió.
La noche antes, Lamar Alexander, tomó la misma decisión. 'No necesitamos pruebas adicionales', declaró en un comunicado.
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'Fue inapropiado que el presidente pidiera a un líder extranjero investigar a su rival político y retener ayuda de Estados Unidos para llevarlo a investigar', añadió Alexander. 'Pero la Constitución no da al Senado el poder de destituir al presidente y vetarlo simplemente por acciones que no son apropiadas'.
La republicana moderada Susan Collins decidió, sin embargo, votar a favor de la convocatoria de testigos, y Mitt Romney podría hacer lo mismo.
De confirmarse estos pronóstico, la votación terminaría con 49 votos a favor y 51 en contra, por lo que los 100 senadores podrían pasar rápidamente a votar el veredicto, tal vez este mismo viernes por la noche o el sábado.
Para el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, un proceso sin testigos no tiene sentido.
'Si mis colegas republicanos se niegan a considerar testigos y documentos, entonces una absolución sería insignificante porque sería el resultado de una farsa de juicio', dijo este viernes a la prensa.
Clima bronco
Aprovechando su mayoría en la Cámara de Representantes, los demócratas imputaron a Trump el 18 de diciembre, dando inicio a su proceso de destitución.
La investigación se llevó a cabo en un clima bronco y dio lugar a intercambios muy tensos entre los representantes demócratas y republicanos.
El marco del juicio en el Senado, mucho más estricto y formal, rebajó el tono de los debates sin impedir la emergencia de dos discursos contrapuestos.
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Los demócratas acusan a Trump de abuso de poder y obstrucción al Congreso por pedir a Ucrania investigar a Joe Biden, su posible rival en las presidenciales de noviembre, e incluso de congelar una ayuda militar a Kiev para conseguirlo.
Y una vez destapado el escándalo tras una acusación anónima, el mandatario hizo todo lo posible por bloquear la investigación del Congreso, violando así la Constitución, alegó la acusación.