MANAGUA, NICARAGUA.- El presidente de Nicaragua,
Daniel Ortega, asegura que está dispuesto a 'conversar' con su homólogo estadounidense
Donald Trump para hacer frente a la crisis que vive su país, aunque denuncia el riesgo de una 'intervención militar' de Estados Unidos.
'Yo he dicho que estoy dispuesto a conversar con él', dijo Ortega en una entrevista a la cadena francesa de noticias France 24 que será emitida el lunes.
'El principio del intercambio, del diálogo con una potencia como Estados Unidos (...) es algo necesario e imprescindible', añadió el presidente de Nicaragua.
La asamblea general de Naciones Unidos, prevista para celebrarse a finales de septiembre, 'podría ser una oportunidad', subrayó Ortega. 'Me gustaría ir', dijo.
El presidente nicaragüense acusa sin embargo a Estados Unidos de estar detrás de las manifestaciones de la oposición que empezaron en abril y lo acusa de querer derrocarle.
VEA: Donald Trump recibe carta 'muy positiva' de Kim Jong Un
'Sencillamente estamos bajo la amenaza' de Estados Unidos, dijo Ortega. 'De Estados Unidos no se puede descartar nada, incluso una intervención de tipo militar', aseguró.
Durante la década del 80 el gobierno sandinista surgido de la revolución contra el dictador Anastasio Somoza debió enfrentar a los 'contras' nombre de la guerrilla derechista financiada por Estados Unidos y, en los comienzos, entrenada y apoyada por la dictadura militar argentina.
Ahora 'hay grupos armados uniformados (...) entrenados por Estados Unidos', insistió Ortega.
Las manifestaciones opositoras empezaron a mediados de abril y se extendieron a todo el país como reacción a la represión. Hasta ahora han dejado más de 320 muertos y et 2,000 heridos.
VEA: Miles de indígenas protestan contra presidente guatemalteco
Al mismo tiempo, miles de nicaragüenses se refugiaron, principalmente en la vecina Costa Rica, por miedo a ser detenidos.
La crisis empezó el 18 de abril con las manifestaciones contra una reforma de la seguridad social, ahora abandonada, a las que siguieron otras manifestaciones para pedir la salida de Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Ortega, de 72 años, los últimos 11 en el poder, está acusado por sus opositores de haber instaurado una dictadura corrupta basada en el nepotismo.
'Yo he dicho que estoy dispuesto a conversar con él', dijo Ortega en una entrevista a la cadena francesa de noticias France 24 que será emitida el lunes.
'El principio del intercambio, del diálogo con una potencia como Estados Unidos (...) es algo necesario e imprescindible', añadió el presidente de Nicaragua.
La asamblea general de Naciones Unidos, prevista para celebrarse a finales de septiembre, 'podría ser una oportunidad', subrayó Ortega. 'Me gustaría ir', dijo.
El presidente nicaragüense acusa sin embargo a Estados Unidos de estar detrás de las manifestaciones de la oposición que empezaron en abril y lo acusa de querer derrocarle.
VEA: Donald Trump recibe carta 'muy positiva' de Kim Jong Un
'Sencillamente estamos bajo la amenaza' de Estados Unidos, dijo Ortega. 'De Estados Unidos no se puede descartar nada, incluso una intervención de tipo militar', aseguró.
Durante la década del 80 el gobierno sandinista surgido de la revolución contra el dictador Anastasio Somoza debió enfrentar a los 'contras' nombre de la guerrilla derechista financiada por Estados Unidos y, en los comienzos, entrenada y apoyada por la dictadura militar argentina.
Ahora 'hay grupos armados uniformados (...) entrenados por Estados Unidos', insistió Ortega.
Las manifestaciones opositoras empezaron a mediados de abril y se extendieron a todo el país como reacción a la represión. Hasta ahora han dejado más de 320 muertos y et 2,000 heridos.
VEA: Miles de indígenas protestan contra presidente guatemalteco
Al mismo tiempo, miles de nicaragüenses se refugiaron, principalmente en la vecina Costa Rica, por miedo a ser detenidos.
La crisis empezó el 18 de abril con las manifestaciones contra una reforma de la seguridad social, ahora abandonada, a las que siguieron otras manifestaciones para pedir la salida de Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Ortega, de 72 años, los últimos 11 en el poder, está acusado por sus opositores de haber instaurado una dictadura corrupta basada en el nepotismo.