Donald Trump dice que su negocio es 'grandioso' y que la gente tendrá que confiar en que así es. Lo que sabe con certeza es que es un imperio complejo y opaco, un revoltijo de inversiones dispersas por todo el mundo.
En mayo, Trump reveló posesiones en unas 500 empresas en al menos 25 países. Pero muchas de las 500 no tienen operaciones empresariales, sino que son caparazones creados para poseer participaciones en otras empresas, posiblemente para proveer protección fiscal y legal. El documento de 104 páginas revelaba pocos detalles acerca de cuántas deudas tiene cada entidad, sus ganancias o propósitos.
Los detalles importan porque expertos en ética del gobierno hablan de la posibilidad de que Trump pueda verse tentado a moldear regulaciones, impuestos y política internacional para enriquecerse él mismo o sus negocios. Gobiernos de otros países podrían crear también muchos problemas. Podrían tratar de influenciarlo recompensando o castigando los intereses comerciales de Trump en sus países.
Trump planeaba dar una conferencia de prensa para el jueves donde hablaría sobre el futuro de su negocio, pero el lunes anunció que la pospondría hasta enero. El vocero del equipo de transición Sean Spicer dijo que el equipo legal necesita más tiempo para trabajar en un plan 'para que los protocolos adecuados estén en su lugar'.
Trump ha dicho que mientras esté dirigiendo a Estados Unidos, dejará la administración de sus intereses comerciales a sus hijos y directivos de las empresas. Pero dejó la puerta abierta sobre su participación accionaria.
Lo que vuelve esta situación tan peligrosa es que ningún presidente en la era moderna del país había poseído tanto, en tantas partes en el mundo e informado tan poco.
Una de sus empresas que más se conocen es la Trump Organization.
Los lazos empresariales de Trump en el extranjero son extensos, pero no está claro hasta donde. Trump posee poco en el extranjero. Desde que perdió prácticamente todo en la década de 1990 por fuertes deudas de sus casinos, prefirió cuidar su dinero y conseguir acuerdos que implican un poco más que rentar su nombre.
No todos los edificios Trump son de él. Muchos edificios residenciales llevan su nombre, pero muchos apartamentos en ellos fueron vendidos hace años. Esto es verdad con el Trump Tower en la Quinta Avenida de Nueva York, donde vive y trabaja y por cuya dorada entrada han desfilado candidatos para el gabinete de Trump.
Ivanka, su hija de 35 años, es vicepresidenta ejecutiva en la Trump Organization pero también tiene su propia empresa donde vende ropa y joyería. Su esposo Jared Kushner tiene su propia empresa de bienes raíces y una constructora.
A continuación una guía de las inversiones de Trump:
Trump tiene su nombre en hoteles, torres residenciales y centros turísticos en todo el mundo, desde Corea del Sur e Indonesia en Asia, hasta Uruguay en Sudamérica y Turquía en Medio Oriente.
En Indonesia firmó un acuerdo para usar su nombre y servicios administrativos para un resort y edificio residencial en Bali propiedad del MNC Group, una empresa de bienes raíces dirigida por Hary Tanoesoedibjo, un empresario políticamente activo.
En el reporte que dio a conocer en mayo, Trump dijo que ganó entre 1 millón y 5 millones de dólares en cuotas de licencia por este acuerdo en los 17 meses previos, además de contratos similares en Turquía, Panamá, Filipinas e India.
En Filipinas, el presidente acaba de nombrar al socio de Trump, E.B. Antonio, 'enviado especial' de Estados Unidos. Trump enfrentó críticas después de que el Economic Times de India reportó que poco después de las elecciones el ahora presidente electo realizó una reunión en el Trump Tower con socios de negocios en una de dos inversiones indias, dos torres residenciales en Pune en la parte occidental del país.
La Trump Organization informó antes de las elecciones que estaba buscando entrar a nuevos países. Varios medios noticiosos reportaron que Trump trató de acelerar un proyecto en Buenos Aires, Argentina, mencionándolo en una llamada de felicitación de parte del presidente Mauricio Macri. Un portavoz del mandatario argentino negó a The Associated Press que el tema hubiera surgido en la llamada telefónica.
Otros dos proyectos para seguir: un complejo de cinco torres de oficinas en desarrollo en Río de Janeiro, Brasil, que está vinculado con una investigación por corrupción no relacionada con Trump en sí; y un proyecto estancado en Bakú, Azerbaiyán, con el hijo de un ministro del gobierno que —según cables diplomáticos filtrados— supuestamente tiene lazos con un iraní acusado de lavar dinero.
El reporte de devoluciones fiscales de Trump podría arrojar más luz sobre sus negocios en el extranjero, pero no lo dio a conocer durante la campaña, rompiendo décadas de tradición. Como presidente no está obligado a dar a conocer sus finanzas hasta su segundo año en el cargo.
Oficinas, condominios y locales
Gran parte de la riqueza de Trump está solo en cuatro edificios, de acuerdo con la revista Forbes, la cual ha seguido sus inversiones durante 33 años. Tres de ellos están en Manhattan: un edificio de oficinas que es totalmente de su propiedad y que está en la calle Wall Street; participaciones en la Trump Tower en la Quinta Avenida de Manhattan y en un rascacielos de oficinas cerca de ahí; y uno más en San Francisco.
Forbes calcula que los cuatro rascacielos, después de restar deudas, le generan a Trump 1.500 millones de dólares o el 40% de la riqueza neta del magnate, calculada en 3.700 millones de dólares. (Trump calcula que su riqueza neta es de más de 10.000 millones de dólares y asegura que valor de su nombre como marca es prácticamente lo que Forbes calcula de todo).
Entre otras propiedades, Trump también tiene inversiones en un hotel en Chicago, en Las Vegas y por su puesto en el nuevo Trump International Hotel en Washington D.C. del cual no es dueño, pero lo renta al gobierno federal.
Clubes de golf
Trump ha estado ocupado sumando activos a su portafolio de propiedades de golf en años recientes y aquí ha arriesgado su propio dinero comprando participaciones. Es una apuesta audaz: el negocio del golf en general está sufriendo porque las membresías en los clubes han disminuido.
La Trump Organization tiene 17 campos de golf en total incluyendo tres en Florida, así como vínculos en California, Nueva Jersey y Nueva York. En 2014, Trump cerró acuerdos por el club de golf Doonbeg de Irlanda y el resort Turnberry de Escocia, donde se han realizado varios abiertos de tenis. También cerró acuerdos para abrir dos clubes en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
Eric Trump, el hijo de 32 años del presidente electo, está a cargo de los campos y dijo al año pasado a la AP que les estaba yendo 'fantásticamente'. En su reporte de mayo, Trump reportó 306 millones de dólares de ganancias generadas por los campos de golf, más de una tercera parte de lo que ganó el de Doral, Florida.
Trump no dio estimados de gastos o ganancias de los campos de golf, por eso es que no queda claro si están revirtiendo la tendencia.
Trajes, sofás, vinos y colonias
Para aquellos que crean que usar una gorra de 'Devolver la grandeza a Estados Unidos' no es suficiente, también pueden vestir trajes, corbatas, mancuernillas, gafas y oler al 'Éxito de Trump', una colonia que contiene trazas de cilantro y almizcle.
También pueden beber el agua Trump Natural Spring Water o el vino Trump de su viñedo en Virginia, todo esto mientras se sientan en una silla Trump, junto a un sofá Trump y un aparador Trump mientras leen 'Crippled America', uno de los muchos libros del presidente electo.
Trump reportó que solamente los libros le generaron entre 1 millón y 5 millones de dólares en ingresos en los 17 meses previos al reporte de mayo.
A otras inversiones no les va tan bien. La Trump Entrepreneur Initiative, el nuevo nombre de la Trump University, una firma que da seminarios sobre bienes raíces, reportó 13.000 dólares de ingresos en el documento de mayo.
El mes pasado Trump anunció que pagaría 25 millones de dólares para poner fin a tres demandas que acusaron de fraude a la universidad, aunque él asegura que no se hizo nada mal.