Si obtiene el cargo, Calviño -una respetada economista conocida entre las autoridades de la UE- sería la primera mujer en ocuparlo. Tomaría el relevo del portugués Mario Centeno, que el 11 de junio anunció que dejaría el puesto tras completar su mandato de 2,5 años.
Se creía que también el ministro irlandés de Finanzas, Paschal Donohoe, y su homólogo luxemburgués, Pierre Gramegna, aspiraban al puesto.
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El próximo mandato de la presidencia del Eurogrupo conlleva una tarea titánica supervisando al bloque en la que se cree será la mayor recesión en Europa en un siglo, mientras el coronavirus golpea a las economías en todo el mundo.
Los ministros de Finanzas del Eurogrupo abordarán las candidaturas presentadas el jueves en su próxima videoconferencia el 9 de julio. Los presidentes se eligen por voto de mayoría simple. Centeno dejará el puesto tres días más tarde.
“Encontraremos el equilibrio adecuado, pero con una idea en mente, elegir a un presidente que pueda gestionar todos los objetivos y desafíos de los próximos meses y años. La decisión no será trivial, será de alta categoría”, dijo Centeno.
La principal tarea del Eurogrupo es garantizar una estrecha coordinación de la política económica entre los 19 estados miembros. Aunque no es un organismo oficial de la UE, sigue siendo extremadamente influyente. Su imagen se vio muy deteriorada en Grecia por su gestión de la crisis de deuda del país.