TEXAS, ESTADOS UNIDOS
Un senador federal intentó ingresar a un centro federal de detención para niños inmigrantes en Texas, pero no se le permitió el acceso y se solicitó la presencia de la policía.
El intento del senador Jeff Merkley por ingresar al lugar y hablar con el administrador la noche del domingo se dio en un contexto en el que se debate la práctica de separar a las familias que son sorprendidas cruzando la frontera de manera ilegal. Una portavoz de la agencia federal responsable del cuidado de los niños acusó al senador de hacer un espectáculo.
Los menores están detenidos en Brownsville, una ciudad ubicada en la frontera con México, señaló Merkley, demócrata por Oregon que transmitió en vivo por Facebook su llegada al lugar.
Dijo que ningún miembro del Congreso ha visitado la instalación, y que debido a que es financiado con el dinero de los contribuyentes, tanto él como la prensa deberían poder ver las condiciones al interior del recinto. El lugar, gestionado por un contratista, solía ser un Wal-Mart y tiene las ventanas tapadas.
“Todos los ciudadanos estadounidenses tienen un interés en la manera como se trata a estos niños y en cómo se ejecuta esta política”, dijo Merkley. Señaló que las nuevas políticas migratorias del presidente Donald Trump están “arrancando” a los niños de las familias de inmigrantes que ingresaron ilegalmente al país o solicitaron asilo.
Un supervisor que finalmente salió del edificio le dijo a Merkley que no estaba autorizado a comentar. Le proporcionó al senador un número telefónico para la oficina de relaciones públicas del Departamento de Salud y Servicios Humanos en Washington.
Mientras eso ocurría, apareció la policía de Brownsville. Un agente le preguntó a Merkley su nombre y fecha de nacimiento. El senador dio esa información e intentó explicarle los motivos de su visita.
“Los niños que antes permanecían junto a sus familias, son separados de sus familias y retenidos aquí por las nuevas políticas que ahora implementa el secretario de Justicia”, dijo Merkley al policía. “Y ni el equipo del secretario de Justicia ni la Oficina de Reasentamiento de Refugiados quieren que se sepa lo que ocurre detrás de estas puertas”.
El secretario de Justicia Jeff Sessions anunció recientemente una “política de tolerancia cero” según la cual se presentarán cargos penales en contra de las personas que crucen ilegalmente la frontera, incluso si no tienen delitos previos. Como resultado, se prevé que más niños sean separados de sus padres.
Fue por proteger “la seguridad y dignidad de los niños” que se le impidió el acceso al senador a las instalaciones en Brownsville, dijo en un correo electrónico la portavoz de la Administración de Asuntos de Niños y Familias del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
“No se permitirá la entrada de nadie que llegue sin previo aviso a uno de nuestros refugios y exija su acceso a los niños bajo nuestro cuidado, incluso a aquellos que aseguran ser senadores federales”, dijo Victoria Palmer en su comunicado.
Señaló que existe un “proceso” para ingresar a esas instalaciones y que debe seguirse “para progresar en este tema tan importante y no solo salir en los diarios”.
Hasta el mediodía del lunes, el video de Merkley tenía más de un millón de vistas en Facebook. La gran cantidad de comentarios demuestran lo mucho que ha crecido el debate sobre inmigración ilegal.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos señaló que opera más de 100 refugios en alrededor de 17 estados, y que en promedio los niños pasan 51 días en el lugar.
Un senador federal intentó ingresar a un centro federal de detención para niños inmigrantes en Texas, pero no se le permitió el acceso y se solicitó la presencia de la policía.
El intento del senador Jeff Merkley por ingresar al lugar y hablar con el administrador la noche del domingo se dio en un contexto en el que se debate la práctica de separar a las familias que son sorprendidas cruzando la frontera de manera ilegal. Una portavoz de la agencia federal responsable del cuidado de los niños acusó al senador de hacer un espectáculo.
Los menores están detenidos en Brownsville, una ciudad ubicada en la frontera con México, señaló Merkley, demócrata por Oregon que transmitió en vivo por Facebook su llegada al lugar.
Dijo que ningún miembro del Congreso ha visitado la instalación, y que debido a que es financiado con el dinero de los contribuyentes, tanto él como la prensa deberían poder ver las condiciones al interior del recinto. El lugar, gestionado por un contratista, solía ser un Wal-Mart y tiene las ventanas tapadas.
“Todos los ciudadanos estadounidenses tienen un interés en la manera como se trata a estos niños y en cómo se ejecuta esta política”, dijo Merkley. Señaló que las nuevas políticas migratorias del presidente Donald Trump están “arrancando” a los niños de las familias de inmigrantes que ingresaron ilegalmente al país o solicitaron asilo.
Un supervisor que finalmente salió del edificio le dijo a Merkley que no estaba autorizado a comentar. Le proporcionó al senador un número telefónico para la oficina de relaciones públicas del Departamento de Salud y Servicios Humanos en Washington.
Mientras eso ocurría, apareció la policía de Brownsville. Un agente le preguntó a Merkley su nombre y fecha de nacimiento. El senador dio esa información e intentó explicarle los motivos de su visita.
“Los niños que antes permanecían junto a sus familias, son separados de sus familias y retenidos aquí por las nuevas políticas que ahora implementa el secretario de Justicia”, dijo Merkley al policía. “Y ni el equipo del secretario de Justicia ni la Oficina de Reasentamiento de Refugiados quieren que se sepa lo que ocurre detrás de estas puertas”.
El secretario de Justicia Jeff Sessions anunció recientemente una “política de tolerancia cero” según la cual se presentarán cargos penales en contra de las personas que crucen ilegalmente la frontera, incluso si no tienen delitos previos. Como resultado, se prevé que más niños sean separados de sus padres.
Fue por proteger “la seguridad y dignidad de los niños” que se le impidió el acceso al senador a las instalaciones en Brownsville, dijo en un correo electrónico la portavoz de la Administración de Asuntos de Niños y Familias del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
“No se permitirá la entrada de nadie que llegue sin previo aviso a uno de nuestros refugios y exija su acceso a los niños bajo nuestro cuidado, incluso a aquellos que aseguran ser senadores federales”, dijo Victoria Palmer en su comunicado.
Señaló que existe un “proceso” para ingresar a esas instalaciones y que debe seguirse “para progresar en este tema tan importante y no solo salir en los diarios”.
Hasta el mediodía del lunes, el video de Merkley tenía más de un millón de vistas en Facebook. La gran cantidad de comentarios demuestran lo mucho que ha crecido el debate sobre inmigración ilegal.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos señaló que opera más de 100 refugios en alrededor de 17 estados, y que en promedio los niños pasan 51 días en el lugar.