JOHANNESBURGO, SUDÁFRICA.- El expresidente sudafricano Jacob Zuma, acusado de corrupción, acusó el sábado a su sucesor, Cyril Ramaphosa, de traición tras el escándalo del robo de dinero en la granja de este último.
En su primera reacción sobre las acusaciones de principio de año de que Ramaphosa habría ocultado un robo multimillonario de dinero en efectivo de su granja de lujo, Zuma afirmó que el “presidente es corrupto”.
“Su presidente cometió una traición”, dijo en una conferencia de prensa en Johanesburgo. “Ningún presidente debe realizar negocios privados mientras está en su puesto”, añadió.
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“Es incoherente con el juramento del cargo. Los problemas de nuestro país son demasiado grandes para un presidente que se dedica a hacer negocios aparte”, subrayó.
El escándalo estalló en junio, después de que el exjefe del espionaje nacional, Arthur Fraser, presentara una denuncia ante la policía, alegando que unos ladrones irrumpieron en Phala Phala, la granja de Ramaphosa ubicada en el noreste del país, donde encontraron y robaron 4 millones de dólares en efectivo escondidos en muebles.
Fraser, que es aliado de Zuma, alegó que Ramaphosa ocultó el robo a la policía y a las autoridades fiscales y que, en su lugar, organizó el secuestro y el interrogatorio de los ladrones, y luego los sobornó para que guardaran silencio.
El presidente reconoció el robo, pero niega las acusaciones de secuestro y soborno, afirmando haber denunciado el robo a la policía.
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También negó la cantidad de dinero en cuestión, explicando que éste procedía de la venta legítima de animales de su granja de cría.
El organismo sudafricano de lucha contra la corrupción y la policía abrieron sendas investigaciones, pero Zuma afirma que “se guardó silencio sobre los numerosos delitos vinculados con el actual presidente”.