Cuando el secretario de Justicia de Estados Unidos Jeff Sessions dio un duro discurso contra la inmigración en la ciudad fronteriza de Nogales a principios de este año, prometió una 'nueva era' en la aplicación de la ley migratoria.
Seis meses después, algunas de esas promesas están tomando forma en tribunales federales, pero a través de la expansión de un programa que tiene casi una década de existencia llamado “Operation Streamline” (Operación Eficiencia), donde las personas acusadas de ingresar sin permiso a Estados Unidos terminan en un día un proceso judicial que por lo regular tardaba meses.
Los críticos dicen que el programa viola el debido proceso y que no hace nada para prevenir la reincidencia.
En Arizona, las autoridades federales están procesando ahora a personas que cruzan la frontera por primera vez, incrementando drásticamente el número de casos del programa, después de años de procesar solo a los reincidentes.
El cambio es una pequeña parte de un aumento en general en los procesos judiciales migratorios que Sessions ha pedido.
Lo que no queda claro es qué tan efectiva es la Operación Eficiencia para reducir la reincidencia en cruces fronterizos.
Un reporte de la Oficina de la Contraloría del Congreso de este año halló que la forma en que la Patrulla Fronteriza calcula las tasas de reincidencia en programas como Operación Eficiencia resulta en cifras menores si solo se toma en cuenta cuando un acusado vuelve a ingresar ilegalmente en el periodo de un año.
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La Patrulla Fronteriza encuentra que solo 14% de los migrantes que pasaron por programas diseñados para frenar el cruce fronterizo vuelven a entrar ilegalmente. La contraloría dice que es el 29%, con base en su propia metodología, que la Patrulla Fronteriza se niega a adoptar.
La portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, Jennifer Gabris, dice que la tasa de reincidencia para los procesados en la Operación Eficiencia fue de un 8% en el año fiscal 2016.
El sector Tucson de la Patrulla Fronteriza, que abarca la mayor parte de Arizona, es uno de cuatro en Estados Unidos que todavía usa ese programa.
En estas audiencias judiciales, decenas de inmigrantes que fueron atrapados mientras cruzaban la frontera son asignados a un abogado, van ante un juez, se declaran culpables y son sentenciados, todo en un día.
En años recientes había pocos acusados en Tucson porque no eran tantos como los migrantes que eran atrapados cruzando y los que cometían el delito por primera vez no estaban siendo procesados.
Para esta primavera, cuando la agencia decidió reanudar los procesos para los que cruzaban por primera vez, las audiencias se realizan cuatro días a la semana y con casi el máximo número de acusados por audiencia, que es de 70.
En agosto, el Servicio de Alguaciles Federales escoltó a pequeños grupos, de hombres en su mayoría, a una corte federal. Los hombres se quedaban de pie frente al abogado que les habían asignado y escuchaban a un juez dar instrucciones, les leían sus derechos y les hacían preguntas a través de un intérprete.
Todavía vestidos con la ropa que traían cuando fueron atrapados, algunos parecían confundidos cuando les hacían preguntas. Un juez les leía sus derechos y les hacía varias preguntas, incluso si se declaraban culpables. Todos respondían que sí.
A diferencia de lo que sucede en Arizona y Texas, los fiscales federales en California han rechazado la Operación Eficiencia, considerándola un desperdicio de recursos.
La principal fiscal federal en San Diego de 2007 a 2010, Karen Hewitt, fue citada en un artículo de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley diciendo que la persecución de los delincuentes más graves era 'compatible con lo que la ciudadanía (en California) quisiera ver'.
El jefe de la Patrulla Fronteriza, Rodolfo Karisch, quien asumió el mando como jefe del sector de Tucsón en agosto, dijo que programas como la Operación Eficiencia son necesarios para mostrar a los inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente que sus acciones tienen consecuencias. Aseguró que el programa en Tucson ha tenido éxito.
'Al final, si simplemente se detiene a alguien y nunca le pasa nada, entonces seguirá regresando', alegó Karisch.
Sin embargo, muchos migrantes regresan, como el caso del mexicano Ernesto Dorame González, quien fue arrestado por cruzar la frontera ilegalmente varias veces desde al menos julio de 2013, según los registros judiciales.
Dorame González fue detenido de nuevo en octubre de 2014 y procesado a través de la Operación Eficiencia en Tucson. Dorame González fue acusado de un cargo de ingreso ilegal y otro de reingreso ilegal, un cargo más grave. En un proceso que los fiscales llaman 'flip-flop', los acusados en la Operación Eficiencia con delitos previos pueden admitir el cargo menor y hacer que el otro sea desechado.
Dorame González fue sentenciado a 60 días de prisión y se le abonó el tiempo ya cumplido en detención.
Entonces, en noviembre de 2015, Dorame González fue capturado de nuevo, esta vez contrabandeando a un grupo de seis hombres del Medio Oriente en el sur de Arizona.
Los hombres habían huido de la violencia en sus países y no tenían ningún vínculo con el terrorismo.
Dorame González se declaró culpable de contrabando humano y fue sentenciado a más de dos años de prisión federal.
Hugo Reyna, un defensor público federal que ha estado trabajando en las audiencias de Operación Eficiencia desde que fueron adoptadas en Tucson hace casi una década, dice que el programa no es una herramienta efectiva contra los reincidentes.
Reyna, quien solo habló en su nombre y no como funcionario, dijo que los abogados comienzan a reunirse con los acusados a las 9 de la mañana y tienen hasta el mediodía para prepararse con ellos. Reyna dijo que la mayoría de sus clientes son trabajadores agrícolas con una educación limitada y sin entendimiento del sistema judicial estadounidense. Algunos son indígenas y ni siquiera hablan español.
No obstante, en los casi 10 años que lleva trabajando con la Operación Eficiencia, Reyna dice que ha visto pocos cambios en los patrones migratorios.
'Cuando empezamos aquí en 2008, eran 70 acusados los que estaban siendo procesados y acusados. Hoy todavía estamos en 70. Por lo tanto, en lo que se refiere a la disuasión, tal vez no sea tan eficaz como se esperaba', dijo Reyna.