Los Ángeles, Estados Unidos
La autoridad migratoria de Estados Unidos liberó este viernes a la niña indocumentada de 10 años con parálisis cerebral que iba a ser deportada, informó la Unión Estadounidense de Derechos Civiles (ACLU) que la representaba.
La autoridad migratoria de Estados Unidos liberó este viernes a la niña indocumentada de 10 años con parálisis cerebral que iba a ser deportada, informó la Unión Estadounidense de Derechos Civiles (ACLU) que la representaba.
Rosa María Hernández, mexicana, 'está finalmente libre. Estamos encantados de que ahora pueda recuperarse, rodeada del amor y el apoyo de su familia', dijo Michael Tan, abogado de ACLU en un comunicado. 'A pesar de nuestro alivio, la decisión de la patrulla fronteriza de enfocarse en una niña en un hospital infantil no tiene excusa'.
'Ningún niño debe pasar por este trauma y estamos trabajando para que esto no ocurra de nuevo', añadió el portavoz de esta organización, que ya había anunciado una demanda contra el gobierno del presidente Donald Trump.
Hernández sufre de parálisis cerebral, una enfermedad de desarrollo del cerebro que afecta el movimiento del cuerpo y el control sobre los músculos.
Su madre la llevó ilegalmente a Estados Unidos desde México cuando tenía tres meses de edad para que recibiera mejor cuidado médico, según reportes de medios. Cruzaron de Nuevo Laredo a Laredo, ciudades adyacentes en la frontera.
La niña iba en ambulancia para una cirugía, acompañada por un adulto de la familia que es ciudadano estadounidense, cuando quedó bajo custodia de agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, del inglés).
Al comprobar que se trataba de una indocumentada, los oficiales la escoltaron al hospital para monitorear su tratamiento y aseguraron que sería deportada al alta médica.
Al salir del hospital fue recluida en un centro de detención de menores en San Antonio, según medios locales.
El arresto causó indignación y cuestionamientos a las prioridades del gobierno de Donald Trump, que llegó al poder con un discurso anti-inmigrante, que incluía la promesa de deportar a los 11 millones de indocumentados en el país.