BOGOTÁ, COLOMBIA.- Un coronel de la Policía colombiana a cargo de la seguridad del presidente Gustavo Petro se suicidó, informó el sábado el mandatario, descartando que el oficial haya sido asesinado.
El coronel Oscar Dávila, “adscrito a la seguridad de la presidencia de la República ha muerto por suicidio”, dijo el gobernante a través de su cuenta en Twitter.
“No es cierto que el coronel haya sido encontrado muerto ni que hayan dos disparos en su cuerpo”, agregó.
Petro explicó que la labor de Dávila en la presidencia “era asegurar los sitios” donde el mandatario asistía, teniendo en cuenta que es uno de los hombres más amenazados del país.
Según versiones de prensa, el policía estaba involucrado en un escándalo de escuchas ilegales, conspiración y chantaje que derivó hace una semana en la salida del gobierno de Laura Sarabia, mano derecha de Petro, y del entonces embajador en Venezuela, Armando Benedetti.
Tras el robo de un maletín con miles de dólares de la casa de Sarabia, su niñera terminó interrogada con polígrafo en la sede presidencial y luego interceptaron sus conversaciones telefónicas haciendo uso de un informe policial falso que la vinculaba con narcotraficantes, según la Fiscalía.
Benedetti, un poderoso político que apoyó en campaña a Petro, y la exjefa de gabinete compartían la misma niñera y se acusan el uno al otro de conspiración.
El mandatario de izquierda señaló que Dávila “cerca a su casa mandó a su conductor por una botella de agua, éste dejó su pistola en el asiento y cuando regresó delante de él se suicidó con un disparo en la sien con la pistola que había dejado”.
Enfatizó que “no hay más disparos en el lugar” y que antes de suicidarse el oficial “había recibido varias llamadas de la prensa”.
Según medios locales y el abogado de un patrullero involucrado en el caso, Dávila recibió presión de la Fiscalía en medio del escándalo político.
Durante varias semanas de revelaciones en los medios sobre este caso, la campaña presidencial de Petro quedó salpicada por una supuesta financiación irregular por 3,5 millones de dólares que también está siendo investigada.
Petro asegura que las acusaciones son “un golpe blando” contra su gobierno y que a su campaña “no entró un solo peso sucio”.