El partido Demócrata inició este lunes en Filadelfia (noreste) la convención nacional que deberá formalizar la candidatura presidencial de Hillary Clinton, a pesar de un ambiente de tensión y crisis interna.
La alcaldesa de la ciudad de Baltimore, Stephania Rawlings Blake, se encargó de dar inicio de los trabajos de la convención, ya que la presidenta del partido, Debbie Wasserman Schultz, renunció en la víspera.
El miniestadio Wells Fargo Center, en Filadelfia, fue escenario de un ensordecedor duelo entre los seguidores de Clinton y los del senador Bernie Sanders.
Cuando la pastora Cynthia Hale, convocada para las oraciones de apertura de los trabajos, pronunció el nombre de Clinton se hicieron evidentes los abucheos seguidos por el ruidoso coro 'Bernie, Bernie'.
Los delegados de la ex secretaria de Estado hicieron su parte y respondieron con un coro igualmente ruidoso, 'Hillary, Hillary'.
La convención no debería encontrar dificultades en formalizar la fórmula presidencial compuesta por Clinton y el senador Tim Kaine.
Pero el partido llegó a la convención nacional profundamente dividido y en crisis ante el escándalo por la divulgación de correos de la dirección partidaria durante la campaña interna, en que claramente beneficiaban a Clinton.
En un discurso a sus más de 1.000 delegados para esta convención, Sanders dijo este lunes que era necesario votar por Clinton para impedir el triunfo del candidato conservador Donald Trump.