Luego de un año de haber causado la más grande filtración de información secreta en la historia de Estados Unidos, el ex analista de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) Edward Snowden brindó una entrevista a la cadena NBC, en la que se describió a sí mismo como un patriota que trató de ayudar a su país.
'Mi prioridad es asegurarme de que la familia y el país que dejé atrás sean ayudados por mis actos', alegó.
Considerado un traidor y un criminal por una gran parte de los ciudadanos de su país y de los gobiernos del mundo, Snowden defendió sus acciones y afirmó que le encantaría volver a su país. 'Si pudiera ir a cualquier lugar, sería a mi hogar', dijo.
Snowden, que está varado en Rusia desde que huyó de Estados Unidos, aseguró que no está colaborando con el gobierno ruso y que no era su intención refugiarse ahí.
'Tenía programado un vuelo a Cuba para luego ir a Latinoamérica y fui detenido porque el gobierno estadounidense decidió revocar mi pasaporte y atraparme en el aeropuerto de Moscú', afirmó.
También acusó al Gobierno de tratar de minimizar su rol en la NSA y declaró que era un espía. Dijo: 'Fui entrenado como espía en el sentido tradicional de la palabra, o sea que viví y trabajé encubierto en otros países –simulando tener un trabajo que en realidad no tenía– y hasta tenía asignado un nombre que no era el mío'.
Sin embargo, aseguró que no se arrepiente de lo que hizo y que considera que aún trabaja para el Gobierno, ya que causó un cambio en cómo los programas de inteligencia de la NSA son vistos. 'Conseguí la habilidad de poder dormir por la noche y sentirme confiado de que hice lo correcto', declaró.