CIUDAD DE GUATEMALA, GUATEMALA.- Los guatemaltecos votaban este domingo para elegir un nuevo presidente con denuncias de dos de los principales candidatos de que el oficialismo estaba “comprando votos” con el reparto de alimentos y sin grandes ilusiones de superar la pobreza, violencia y corrupción que golpea al país.
Tras una campaña marcada por la exclusión de candidatos y la persecución a la prensa, la socialdemócrata Sandra Torres encabeza la intención de voto, seguida por el centrista Edmond Mulet, la derechista Zury Ríos y el oficialista de derecha Manuel Conde, según los últimos sondeos.
“El partido oficial no puede hacer regalos ni comprando votos, porque tenemos denuncias de que están comprando votos” con el reparto de alimentos, dijo Torres tras sufragar en la Escuela Valle Verde de la capital.
Torres recordó que el presidente derechista Alejandro Giammattei había asegurado el viernes que iba a respetar los resultados de la votación. “Pero dónde está la transparencia si está comprando votos el partido oficial” Vamos, expresó la exesposa del difunto mandatario Álvaro Colom (2008-2012).
Mulet también sugirió que había anomalías en las primeras horas de votación. “Hemos recibido reportes un poco preocupantes sobre algún tipo de amenazas y [...] los candidatos oficiales con arrogancia de dinero” para regalar a votantes, señaló tras votar en la escuela capitalina José Antonio Sálazar.
“Esperamos que este día sean superadas todas estas dudas y que se respete la voluntad popular”, agregó.
Los casi 3,500 centros de votación abrieron a las 07H00 locales (13H00 GMT) y recibirán durante 13 horas los sufragios de unos 9,4 millones de ciudadanos habilitados. Los primeros resultados oficiales se conocerán hacia las 21H00 locales (03H00 GMT del lunes).
“Es una bendición haber llegado a este día lleno de vida, llenos de mucha felicidad”, dijo Ríos tras votar en la Escuela de Comercio Central de la capital.
“Nosotros madrugamos para votar. Votamos con gusto y después los presidentes son la misma cosa”, declaró a la AFP María Chajón, de 53 años, una de las primeras votantes en el municipio de San Juan Sacatepéquez, situado a unos 20 km al oeste con la capital y habitado mayoritariamente por indígenas.
Según medios locales, el primero en votar fue un inmigrante guatemalteco en el estado de Virginia, en el este de EEUU, donde la votación comenzó dos horas antes que en Guatemala. Hay centros de sufragio en 15 ciudades de Estados Unidos, donde viven 2,8 millones de guatemaltecos, aunque solo 90.000 están registrados para votar.
Hay 22 candidatos presidenciales en liza, algo usual en Guatemala. Si ninguno obtiene mayoría absoluta, habría un balotaje el 20 de agosto. El voto es voluntario y está prohibida la reelección.
Además, en estos comicios serán elegidos 160 diputados, 340 alcaldes y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
Giammattei llega al fin de su mandato de cuatro años con 76% de desaprobación, según las encuestas.
Ninguno de los principales candidatos promueve legalizar los matrimonios del mismo sexo ni el aborto, que solo está permitido si hay riesgo de vida para la madre, tras una campaña con todo tipo de promesas y frecuentes invocaciones a Dios.
Persecución a fiscales y periodistas
El sistema democrático navega por aguas turbulentas en Guatemala, con control del gobierno sobre el Poder judicial, procesos a periodistas, exclusión de candidatos y persecución a fiscales que combatieron la corrupción.
La Asociación de Periodistas de Guatemala documentó 117 casos de violaciones a la libertad de prensa en 2022, entre las que destacan acoso judicial, limitaciones para coberturas y casos de exilio.
Estados Unidos, la Unión Europea, agencias de la ONU y organizaciones de derechos humanos han denunciado la persecución a periodistas y fiscales.
Además, las autoridades electorales y judiciales excluyeron de la contienda presidencial a dos aspirantes con opciones: al empresario derechista Carlos Pineda y a la indígena de izquierda Thelma Cabrera.
Esto ha provocado desconfianza y desinterés por los comicios, lo que explicaría el récord de 13,5% de ciudadanos que pretenden votar anulado. En la primera vuelta de 2019 los sufragios nulos fueron 4,1%.
“No hay opciones para mejorar el país, son los mismos de siempre. La ley me permite votar nulo y es lo que voy hacer”, dijo a la AFP el abogado Manuel Morales, de 58 años, mientras esperaba en la fila para sufragar en un centro de votación en la periferia sur de la capital.
“Democracia sólida”
Para analistas y oenegés, Guatemala vive un retroceso al autoritarismo por presión de poderosos sectores políticos y empresariales.
A pesar de los cuestionamientos, Giammattei afirmó el viernes que Guatemala tiene “una democracia sólida”.
La pobreza y la violencia impulsan a miles de guatemaltecos a emigrar a Estados Unidos cada año.
Unos 10,3 millones de los 17,6 millones de guatemaltecos viven en la pobreza y la tasa de homicidios del país triplica el promedio mundial, según la ONU.