Con su rostro lleno de tatuajes representativos a la mara 18 y con más de 15 de pertenecer al temible grupo criminal que acecha a la mayoría de los países centroamericanos, un hombre narra cómo ha sido su vida dentro de la pandilla.
El hombre explicó que a la edad de 11 años ingresó a la mara 18. Asimismo, reveló que ha cometido varios asesinatos; sin embargo, no recuerda cuántos fueron, porque nunca se preocupó por llevar la cuenta.
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Un reportero le preguntó qué significaban los tres puntos tatuados en sus manos. Él, sin tapujos, contestó: Hospital, cárcel y cementerio, lo que según significa que en más de un lugar de esos va a parecer.
“Nuestro barrio, es nuestra familia. Es lo único que nosotros tenemos, entonces no podemos dejarlos solo por así”, siendo la razón por la que asesinan sin remordimientos, según explicó el tatuado hombre identificado solo como el Abuelo entre sus compinches.
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Además, detalló que las marcas en su cuerpo se las hace dependiendo la situación, no obstante, aclaró que su cuerpo repleto de tatuajes no significa que sea jefe. “Aquí cada quien le pone significado a sus tatuajes; cada quien sabe el por qué se los hace”, explicó.
Al preguntársele si había matado a alguien, el Abuelo dijo que es lógico y aseguró que no se arrepiente de haber matado. “Nunca los conté a los que maté. La guerra entre pandillas, siempre va a ser guerra, sino no van a haber pandillas”, sostuvo.
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