BELGRADO, SERBIA.- Miles de personas se manifestaron el lunes en Belgrado para reclamar la renuncia de dirigentes políticos y protestar contra la promoción de la violencia en los medios en Serbia, días después de dos tiroteos que causaron 17 muertos, uno de ellos en una escuela de la capital.
Afectados por las dos matanzas, los manifestantes se reunieron ante el Parlamento, en el centro de Belgrado, bajo la consigna “Serbia contra la violencia”, convocados por varios partidos de oposición.
“Estamos aquí porque ya no podemos esperar. Hemos esperado mucho tiempo, nos callamos demasiado tiempo”, dijo ante la multitud Marina Vidojevic, profesora serbia en una escuela primaria.
“Queremos para todos los niños, escuelas, calles, pueblos y ciudades seguros”, agregó.
En la convocatoria difundida por un partido de izquierda, partidos opositores piden “el cese inmediato de la promoción de la violencia en los medios y en el espacio público (...) y la renuncia” del ministro del Interior y del jefe de inteligencia, a los que consideran responsables por la falta de acciones en ese campo.
El ministro de Educación, Branko Ruzic, figuraba inicialmente en la lista, pero renunció el domingo, tras presentar sus condolencias a las familias de las víctimas de una “tragedia cataclísmica”.
Varios líderes del partido en el poder (SNS) del presidente Aleksandar Vucic, acusaron a la oposición de “politizar” las dos matanzas al atacar al jefe de Estado.
Serbia fue conmocionada por dos ataques armados ocurridos la semana pasada en menos de 48 horas.
En el primero un estudiante de 13 años disparó el miércoles en una escuela del centro de Belgrado, matando a ocho compañeros ya un agente de seguridad. Otros seis alumnos y una profesora resultaron heridos.
El jueves, un hombre de 21 años mató con un fusil automático a ocho personas e hirió a 14, en dos pueblos situados a unos 60 km al sur de Belgrado.
Tras los ataques el presidente serbio prometió lanzar un plan de desarme a gran escala.
Según el proyecto de investigación Small Arms Survey (SAS), el 39% de los habitantes de Serbia posee un arma de fuego, la tasa más elevada en Europa.