CIUDAD DEL VATICANO, ROMA.- Joseph Ratzinger, el papa Benedicto XVI, partió hacia la morada santa este sábado 31 de diciembre luego de una larga enfermedad que lo llevó a renunciar al papado luego de ocho años como el sucesor de San Pedro.
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Benedicto, que se convirtió en el primer papa en seis siglos en renunciar a su cargo, aseguró cuando estaba en vida que estaba preparado para enfrentar al “juez definitivo”.
“Ser cristiano me da conocimiento y, más aún, amistad con el juez de mi vida y me permite atravesar con confianza la oscura puerta de la muerte”, destacó el papa emérito en una misiva publicada a inicios de 2020.
El pontificado de Benedicto XVI, de 2005 a 2013, estuvo marcado por múltiples crisis, incluidas las revelaciones sobre abusos sexuales de religiosos a menores en varios países.
Según aseveró el sumo pontífice, la dimisión de su cargo, fue una decisión personal ligada a la falta de fuerzas y de salud y no a la presión de los escándalos que marcaron su papado.
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La salud del papa emérito, que vivió aislado en un monasterio en el Vaticano en donde la mayor parte del tiempo se dedicó a la lectura, estudio, escritura y oración, se deterioró rápidamente a finales de 2022.
En 2020 se conoció que Benedicto sufría de erisipela en la cara, una enfermedad que se caracteriza por hinchazón, picazón y dolores agudos.
En 2022 comenzó a desarrollar problemas respiratorios en que le afectaron sus cuerdas vocales que le impedían hablar.