La trágica noticia fue difundida en China por la agencia de noticias estatal China News Service, Xiangxiang, quienes confirmaron que la tortuga de más de 90 años falleció un día después de intentar inseminarla artificialmente.
Este fue el último intento de inseminación artificial de la tortuga y se realizó sin problemas, un día antes de que esta falleciera, tras un examen médico que indicaba el perfecto estado de salud de la hembra.
Es importante mencionar que ya se había intentado fecundar a la tortuga de forma artificial en cuatro ocasiones desde el año 2008.
Antes de declarar muerta a la enorme tortuga, los encargados del zoológico trataron de reanimarla durante 24 horas, pero no pudieron salvarle la vida.
La especie se extinguió en China, debido a que no se incluyó en la lista de especies amenazadas elaborada en 1989, por lo que el número de tortugas de caparazón blando del Yangtsé se redujo de forma significativa debido a la destrucción de su habitad y la pesca intensiva.
Pese a que este era la última hembra con vida de esta especie en China, hasta el momento no se ha confirmado la extinción total de la especie, pues aún quedan tres ejemplares vivos, un macho en este mismo zoológico chino y otras dos tortugas en Vietnam, de las cuales se desconoce el sexo.
