Una joven de 20 años de edad podría ser acusada a 20 años de prisión por enviar varios mensajes de texto a su novio para incitarlo a que se quitara la vida. El suicidio del joven se registró el 12 de julio del 2014 en Estados Unidos.
Las investigaciones establecen que Michelle Carter, quien tenía 17 años de edad en el 2014, acosó a su novio a través de mensajes para que este no retrocediera en su decisión de quitarse la vida, por lo que un jurado la acusó de homicidio involuntario.
El portal de noticias Infobae citó al periódico estadounidense The Washington Post, a quien fuentes asignadas del caso le confirmaron que el suicida Conrad Roy III había desistido de quitarse la vida, aun cuando pasaba una depresión.
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Sin embargo, el joven envió un mensaje a su novia Carter y ella le dijo que lo hiciera. Roy III fue encontrado sin vida al día siguiente en el estacionamiento de un supermercado Kmart, varias millas fuera de Boston, donde residía.
'Finalmente vas a ser feliz en el cielo. No tendrás más dolor. Está bien tener miedo y es normal. Quiero decir, estás a punto de morir”, fueron uno de los mensajes que mandó la chica a su pareja solo minutos antes de quitarse la vida.
En un momento el joven le intentó decir que no lo haría, pero la chica le contestó: 'Así que supongo que no vas a hacerlo. Entonces, todo eso para nada… Estoy tan confundida como tú estabas dispuesto y decidido”.
Seguidamente, Roy le respondió que quería volver a dormir, por lo que su novia le sugirió que 'ahora era el mejor momento para hacerlo porque todo el mundo todavía estaba durmiendo”.
'Sólo ve a algún lugar con tu camioneta. Nadie está fuera a esta hora que es un momento extraño', se lee en uno de los mensajes develados por The Washington Post.
'Pensé que querías hacer esto. Es el momento adecuado y estás listo… Sólo hazlo, bebé', insistó la novia.
Por incitar a su novio al suicidio, Carter fue arrestada y acusada en 2015, por lo que sus abogados apelaron para llevar el caso a la Corte Suprema del estado. El verano pasado, el máximo tribunal dictaminó que podía ser juzgada por su presunta participación en la muerte de Roy.
No obstante, la acusada rechazó su derecho a un juicio por un jurado y prefirió ser juzgada por un tribunal que considera que hará una evaluación más técnica del caso y menos emocional.
Este tema tiene en controversia a la justicia de Estados Unidos, donde varias personas no comparten que la mujer sea enviada a prisión por un delito de un homicidio que no cometió y que nunca estuvo cerca del mismo. Además, según sus defensores, su único crimen solo fue enviar varios mensajes de texto.
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