Bukele, un 'millenial' de 38 años y asiduo usuario de redes sociales, puso fin a tres décadas de bipartidismo en El Salvador, entre la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Tras asumir el poder el 1 de junio pasado, estableció como prioridad atacar la violencia generada, principalmente, por las pandillas.
Al inicio de su mandato había un promedio de casi once homicidios diarios, y actualmente esa cifra ronda los 3,8 gracias a un plan de seguridad con despliegue de patrullas combinadas de policías y soldados en las comunidades más violentas.
'Se ha reducido los homicidios, pero habrá que ver si eso se mantendrá con el tiempo, la lucha contra la violencia exige recursos económicos, recursos que en el país son escasos', indicó a la AFP el analista político y abogado Kirio Salgado.
Pandillas contra las cuerdas
Para Bukele, las pandillas tienen los días contados y anticipa que dejarán de existir 'en tres o cuatro años'. Por ello, las autoridades se han enfocado en atacar y ahogar las finanzas de las pandillas o maras, que cuentan con unos 70.000 miembros, 17,000 de ellos encarcelados.
El ministro de Justicia y Seguridad, Rogelio Rivas, indicó que la lucha contra la violencia avanza, aunque reconoció que 'falta mucho por hacer'.
'Es innegable que estos resultados son satisfactorios para todos', agregó Rivas.
La violencia pandillera y la pobreza son los factores que impulsan la ola migratoria de salvadoreños que buscan llegar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
'La gente no huye de sus hogares porque quiere, la gente huye de sus hogares porque tiene que hacerlo', admitió Bukele en junio pasado, tras conocer el conmovedor caso de un salvadoreño que murió con su hija de casi dos años al cruzar el río fronterizo a Estados Unidos.
En esa ocasión remarcó: 'tenemos que concentrarnos en mejorar nuestro país y hacer de nuestro país un lugar donde nadie tenga que emigrar'.
Las medidas han empujado la popularidad de Bukele, que fue electo con 53,1 por ciento de los votos.
Una reciente encuesta del periódico La Prensa Gráfica indicó que 90 por ciento de la población aprueba la gestión del mandatario y 80,1 por ciento consideró que 'ha ayudado a resolver los problemas de seguridad del país'.
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Foco en los jóvenes
En sus primeros 100 días de gobierno, la atención del gobierno de Bukele también se ha dirigido a la juventud.
El mandatario ha ordenado a sus ministros visitar comunidades en barrios pobres para diseñar y promover proyectos enfocados en los jóvenes para evitar que se involucren en las pandillas.
Entrega de becas de estudio, fomento del deporte, apoyo en emprendimientos productivos y capacitación en herramientas tecnológicas son algunos proyectos.
'Apostar por los jóvenes es una necesidad urgente, los jóvenes deben tener un mejor futuro, un futuro sin violencia, con fuentes de empleo', consideró el rector de la estatal Universidad de El Salvador (UES), Roger Arias.
La lucha contra la corrupción es otra promesa de Bukele que toma forma con el apoyo a la OEA y a la ONU para instalar una comisión internacional contra la impunidad, al estilo de la que operó durante 12 años en Guatemala.
Bukele ha mencionado que esa comisión internacional, cuya instalación se anunió el viernes, se encargará de investigar casos de corrupción cometidos durante gobiernos anteriores.
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En respuesta, tanto ARENA como el FMLN le exigen al mandatario cuentas claras en el uso de los dineros del Estado.
El diario digital El Faro publicó que Bukele ya habría gastado unos dos millones de dólares de una partida de gastos reservados de la Presidencia, que él mismo prometió eliminar siendo candidato por considerar que esa cuenta propició actos de corrupción en anteriores gobiernos.