Una portavoz de los servicios de emergencia de la región de Valencia informó del desalojo de dos cámpings en la provincia de Alicante (sureste), uno en Crevillente con 300 personas y otro en Guardamar.
También, una fisura en el río Segura, que se ha desbordado en varias ocasiones en los últimos días, llevó al desalojo preventivo de una urbanización en el municipio de Almoradí, donde residen unas 200 personas, añadió.
En el último balance ofrecido por el ministerio del Interior, anterior a estos últimas evacuaciones, el número global de desalojados ascendía a 3.500 por este temporal que ha causado graves daños en el sureste del país.
La zona sufrió precipitaciones récord en los últimos días que provocaron seis fallecimientos, además de cortes en carreteras y líneas ferroviarias e importantes riadas en las regiones de Valencia, Murcia y Andalucía.
VEA: Seis muertos dejan las lluvias torrenciales en sureste de España
Todavía no hay un balance de los daños materiales aunque el presidente de la región de Valencia adelantaba el sábado que 'la catástrofe va a dejar graves secuelas económicas'.
En las imágenes mostradas por la televisión pública se veía a vecinos achicando el agua que había penetrado a sus casas y a militares desalojando en lancha o en helicóptero a personas que habían quedado aisladas.
'Es un espectáculo casi dantesco', dijo a la prensa la ministra de Defensa Margarita Robles desde la zona afectada, visitada un día antes por el jefe del gobierno Pedro sánchez.
Aunque las lluvias han disminuido en las últimas horas, la ministra recordó que 'el riesgo no ha terminado todavía' por los altos cauces del río Segura que podrían llevar a nuevos desbordamientos.
La tormenta se desplazó hacia el centro de la península Ibérica, donde la agencia meteorológica estatal mantiene la alerta por lluvias intensas en 14 provincias.
La catástrofe recuerda a la vivida hace un año en España, donde 13 personas murieron en la isla de Mallorca, debido a las intensas lluvias que provocaron graves inundaciones y riadas.