Cuando queremos demostrar que hace mucho frío solemos divertirnos haciendo la 'prueba del aliento'. Consiste en expulsar el aire desde nuestro interior al ambiente.
Si vemos el aliento como si fuera humo, es una prueba inequívoca de que hace frío. El aliento se hace visible porque se condensa. Pasa de estado gaseoso a líquido.
Cuando sale de nuestro cuerpo es un chorro de aire húmedo a una temperatura media de 37 grados centígrados.
El agua presente en el aliento se condensa en las partículas de polvo que flotan en el aire frío exterior y se forma la neblina, según explica Juan Ignacio Mengual, director del Departamento de Física Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid en su libro 'Física al alcance de todos' (Editorial Pearson).
En los ambientes muy húmedos por ejemplo no sucede este fenómeno, porque ya hay mucha agua en el ambiente. Y en los lugares donde hace mucho frío (-30 grados, por ejemplo) la neblina se deposita en las cejas, las pestañas o las barbas y se congela.
Este mismo fenómeno de condensación del aliento sucede cuando una taza con una bebida muy caliente 'echa humo'. En este caso el aire que está en contacto con la superficie del líquido caliente sube de temperatura. Como consecuencia se forma una corriente de convención ascendente de aire.
Esta corriente arrastra consigo vapor de agua a zonas superiores más frías, donde se condensa y forma el coloquialmente llamado 'humo'. Y lo mismo ocurre cuando las alcantarillas expulsan humo en los días de frío invierno.
¿Por qué sale humo de la boca cuando hace frío?
En los ambientes muy húmedos por ejemplo no sucede este fenómeno, porque ya hay mucha agua en el ambiente.
08.09.2015
Tegucigalpa, Honduras
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