Cuba cuenta con la voluntad política de combatir el tráfico de personas, pero todavía tiene mucho por hacer en ese frente, afirmó este viernes la relatora especial de la ONU contra ese delito, al término de una visita a la isla.
'Hay la voluntad política; hay la voluntad de lidiar con este tema, considerarlo importante (...), pero hay mucho por hacer en la práctica', dijo la italiana Maria Grazia Giammarinaro en una conferencia de prensa.
Giammarinaro es la primera experta independiente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que visita Cuba en los últimos diez años.
El gobierno de Raúl Castro defiende su política de 'tolerancia cero' contra la trata de personas y delitos vinculados, como la explotación sexual y laboral, y definió un plan de acción que es monitoreado por la ONU.
Hasta hace poco miles de cubanos arriesgaban sus vidas y eran víctimas de traficantes en su intento de llegar por mar y tierra a Estados Unidos, estimulados por los beneficios migratorios que les concedía Washington.
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Barack Obama, que restableció relaciones con Cuba después de más de medio siglo de hostilidad por la Guerra Fría, eliminó esa política migratoria, conocida como 'pies secos, pies mojados', en uno de sus últimos decretos como presidente antes de entregar el poder a Donald Trump en enero.
Sin ofrecer cifras, Giammarinaro dijo que ha sido informada de que 'ha habido un decrecimiento' del número de cubanos que se lanzan en peligrosas travesías para llegar a Estados Unidos ahora que son deportados por falta de visa.
Cualquier medida para hacer 'la migración más segura y regular es una herramienta preventiva' contra el tráfico, comentó.
La relatora de la ONU, que enfatiza su trabajo en mujeres y niños, agregó que en el caso de Cuba existen 'tres grandes áreas de preocupación': los casos de abuso sexual de niños en el entorno familiar, la migración irregular y los jóvenes que migran con contratos de trabajo aparentemente legales y que son víctimas de explotación.
El plan de acción 'es un punto de partida, el real desafío es la implementación', expresó.
En ese sentido, planteó que el gobierno cubano deberá adecuar el marco legal a los estándares internacionales del combate a la trata de personas, así como definir protocolos para identificar y asistir a las víctimas.
Giammarinaro, quien se reunió con altas autoridades durante su visita de cuatro días, anunció que enviará sus recomendaciones al gobierno.