CARACAS, VENEZUELA.- El líder
opositor venezolano Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por más de 50 países, ratificó que regresará a su país este lunes y advirtió que su eventual detención sería 'uno de los últimos errores' del gobernante Nicolás Maduro, en un mensaje transmitido por redes sociales.
'Mañana (lunes) tenemos un reto histórico: regresamos a nuestro país, a nuestra labor', dijo Guaidó en un mensaje grabado junto a su esposa Fabiana Rosales en una pequeña habitación, sin aclarar dónde se encuentra.
'Si se atreve a secuestrarme el régimen, será sin duda uno de los últimos errores que cometa', lanzó Guaido, quien también es jefe del parlamento.
Guaidó, de 35 años y quien reclama la salida del poder de Maduro y la realización de 'elecciones libres y transparentes', llamó a los venezolanos a manifestarse en todas las ciudades del país este lunes.
El dirigente partió de Venezuela el pasado 22 de febrero hacia Cúcuta, en Colombia, pese a que tenía prohibición de salida del país. Maduro ha advertido que la justicia deberá actuar en su caso.
En Cúcuta, asistió a un megaconcierto para recaudar ayuda humanitaria para Venezuela, y junto con los presidentes de Colombia (Iván Duque), Chile (Sebastián Piñera), y Paraguay (Mario Abdo), así como el secretario general de la OEA, Luis Almagro, intentó sin éxito el 23 de febrero ingresar a Venezuela un cargamento de ayuda internacional.
Ese día, las fronteras fueron cerradas para impedir el paso de la ayuda, que Maduro considera un pretexto para una intervención militar extranjera. Disturbios en los que participaron militares y civiles armados afines al gobierno causaron siete muertos y unos 300 heridos, según organismos de defensa de los derechos humanos.
'La Fuerza Armada no puede permitir el uso de 'colectivos' (civiles armados), no puede permitir que masacren a nuestro pueblo', aseveró Guaidó.
'La Fuerza Armada debe asumir su responsabilidad histórica', insistió, al evocar a los centenares de militares, según él, que desde el 23 de febrero han desertado pasando tanto a Colombia como a Brasil.
A lo largo de esta semana, Guaidó realizó una gira por América del Sur y fue recibido por los presidentes de Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador.
'Mañana (lunes) tenemos un reto histórico: regresamos a nuestro país, a nuestra labor', dijo Guaidó en un mensaje grabado junto a su esposa Fabiana Rosales en una pequeña habitación, sin aclarar dónde se encuentra.
'Si se atreve a secuestrarme el régimen, será sin duda uno de los últimos errores que cometa', lanzó Guaido, quien también es jefe del parlamento.
Guaidó, de 35 años y quien reclama la salida del poder de Maduro y la realización de 'elecciones libres y transparentes', llamó a los venezolanos a manifestarse en todas las ciudades del país este lunes.
El dirigente partió de Venezuela el pasado 22 de febrero hacia Cúcuta, en Colombia, pese a que tenía prohibición de salida del país. Maduro ha advertido que la justicia deberá actuar en su caso.
En Cúcuta, asistió a un megaconcierto para recaudar ayuda humanitaria para Venezuela, y junto con los presidentes de Colombia (Iván Duque), Chile (Sebastián Piñera), y Paraguay (Mario Abdo), así como el secretario general de la OEA, Luis Almagro, intentó sin éxito el 23 de febrero ingresar a Venezuela un cargamento de ayuda internacional.
Ese día, las fronteras fueron cerradas para impedir el paso de la ayuda, que Maduro considera un pretexto para una intervención militar extranjera. Disturbios en los que participaron militares y civiles armados afines al gobierno causaron siete muertos y unos 300 heridos, según organismos de defensa de los derechos humanos.
'La Fuerza Armada no puede permitir el uso de 'colectivos' (civiles armados), no puede permitir que masacren a nuestro pueblo', aseveró Guaidó.
'La Fuerza Armada debe asumir su responsabilidad histórica', insistió, al evocar a los centenares de militares, según él, que desde el 23 de febrero han desertado pasando tanto a Colombia como a Brasil.
A lo largo de esta semana, Guaidó realizó una gira por América del Sur y fue recibido por los presidentes de Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador.
