El sheriff Tony Estrada es un policía de Arizona, pero de un tipo distinto al de la imagen común.
Marco Antonio Estrada nació en Nogales, México y fue criado al norte de la frontera, con lo que tiene una perspectiva singular sobre el tema de la frontera y opiniones enfáticas en cuanto a cómo se debe tratar a los inmigrantes.
El hombre canoso de 74 años de edad afirma que “no soy fanático” del presidente Donald Trump, ni de su idea de construir una muralla en la frontera, ni de sus restricciones a la inmigración.
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Estrada se ha convertido en un fuerte crítico de Trump en meses recientes, al reportarse que las detenciones de migrantes lejos de la frontera se han disparado. Los arrestos por parte del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos aumentaron en 40% comparado con el mismo período del año anterior
Estrada es un firme liberal, en un estado donde los agentes de la ley tienen la imagen de ser todo lo contrario.
Como agente de la ley, Estrada se opone a la inmigración ilegal y siempre le ha pedido a sus agentes que entreguen a las autoridades federales a quienes estén sin autorización en territorio estadounidense.
En la cárcel que él administra en Santa Cruz, los inmigrantes que hayan sido acusados o convictos de delitos graves son retenidos hasta que puedan ser entregados a las autoridades federales.
Pero Estrada señala que bajo el gobierno de Barack Obama se trataba a los inmigrantes más humana pues mayormente se ignoraban a los inmigrantes que simplemente estaban en el país sin permiso, y se concentraban los esfuerzos en ir contra los inmigrantes que hayan cometido delitos graves.
'Hay maneras de hacer cumplir la ley con compasión”, declaró. 'El gobierno debería concentrar sus esfuerzos en combatir a los verdaderos delincuentes y al tráfico de drogas”.
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