NUEVA DELHI, INDIA.- Las autoridades indias desplegaron este martes centenares de policías y suspendieron la conexión a internet en una ciudad del norte del país, en plena tensión entre comunidades por el
asesinato de una niña.
El cadáver de la niña de dos años de familia hindú fue descubierta a principios de junio en estado de descomposición en un vertedero público de la pequeña ciudad, situada en el distrito de Aligarh (estado de Uttar Pradesh, norte).
Según los investigadores, fue asesinada por dos hombres musulmanes en represalia por un préstamo de 10,000 rupias (127 euros) que el abuelo de la víctima no habría pagado.
Varios grupos hindúes se manifestaron en la ciudad de Tappal, donde nació la niña, para pedir 'justicia inmediata' contra los responsables.
La policía evitó el lunes que un alto responsable del grupo de extrema derecha hindú, Vishwa Hindu Parishad, visitara la casa de la familia de la víctima.
El domingo, miembros de otro grupo radical se reunieron para pedir la pena de muerte para los sospechosos. Las organizaciones hindúes intentaron celebrar una 'gran asamblea' pero las fuerzas de seguridad se lo impidieron.
'Hemos puesto en marcha la sección 144 [el artículo del código penal que prohíbe las reuniones susceptibles de provocar disturbios] y suspendimos internet en Tappal', dijo a la AFP Chandra Bhushan Singh, un responsable administrativo del distrito.
'Se desplegaron refuerzos de la policía como medida de precaución. La situación actualmente es normal', añadió.
Las autoridades también vigilaban a las personas que comparten informaciones falsas que puedan desatar 'tensiones entre comunidades', indicó la agencia Press Trust of Indian.
El número de actos violentos contra niños aumentó significativamente en los últimos años en India, con cerca de 100,000 casos en 2016, cinco veces más que hace una década.
El lunes tres hindúes fueron condenados a cadena perpetua por la violación y el asesinato de una niña musulmana en la región de Jammu (norte).
El cadáver de la niña de dos años de familia hindú fue descubierta a principios de junio en estado de descomposición en un vertedero público de la pequeña ciudad, situada en el distrito de Aligarh (estado de Uttar Pradesh, norte).
Según los investigadores, fue asesinada por dos hombres musulmanes en represalia por un préstamo de 10,000 rupias (127 euros) que el abuelo de la víctima no habría pagado.
Varios grupos hindúes se manifestaron en la ciudad de Tappal, donde nació la niña, para pedir 'justicia inmediata' contra los responsables.
La policía evitó el lunes que un alto responsable del grupo de extrema derecha hindú, Vishwa Hindu Parishad, visitara la casa de la familia de la víctima.
El domingo, miembros de otro grupo radical se reunieron para pedir la pena de muerte para los sospechosos. Las organizaciones hindúes intentaron celebrar una 'gran asamblea' pero las fuerzas de seguridad se lo impidieron.
'Hemos puesto en marcha la sección 144 [el artículo del código penal que prohíbe las reuniones susceptibles de provocar disturbios] y suspendimos internet en Tappal', dijo a la AFP Chandra Bhushan Singh, un responsable administrativo del distrito.
'Se desplegaron refuerzos de la policía como medida de precaución. La situación actualmente es normal', añadió.
Las autoridades también vigilaban a las personas que comparten informaciones falsas que puedan desatar 'tensiones entre comunidades', indicó la agencia Press Trust of Indian.
El número de actos violentos contra niños aumentó significativamente en los últimos años en India, con cerca de 100,000 casos en 2016, cinco veces más que hace una década.
El lunes tres hindúes fueron condenados a cadena perpetua por la violación y el asesinato de una niña musulmana en la región de Jammu (norte).
