En declaraciones desde su club privado en Palm Beach, Florida, después de una teleconferencia con soldados estadounidenses alrededor del mundo, Trump apuntó sus cañones a Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, quien ha demorado sin fecha el envío de las acusaciones aprobadas por la cámara la semana pasada al Senado, de mayoría republicana.
Pelosi “odia al Partido Republicano. Odia a toda la gente que votó por mí y por el Partido Republicano”, dijo Trump en la víspera de Navidad. “Comete una tremenda injusticia contra el país”.
Trump considera que un juicio en el Senado, donde su absolución es casi una certeza, es la oportunidad para vindicarse después que la cámara baja aprobó los cargos en su contra, siendo apenas el tercer presidente al que le sucede esto.
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“Tenemos la mayoría y ahora quieren que McConnell haga maravillas para ellos”, dijo Trump acerca de los demócratas, y añadió que dejará que el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, haga lo que crea más conveniente”.
“Es un tipo muy listo, un muy buen tipo, un tipo muy justo. Pero nos trataron de manera muy injusta. Y ahora quieren que el Senado sea justo”, dijo el presidente.
Pelosi ha dicho que quiere recibir aclaraciones de McConnell acerca del aspecto que tendrá el juicio. Él ha dicho que no descarta convocar a testigos, pero que tampoco tiene prisa para recibir nuevas declaraciones. Por su parte, el jefe del bloque demócrata, Chuck Schumer, ha respondido que un juicio son testigos sería “kafkiano” y un “fraude”.
“Si no hay documentos ni testigos, será muy difícil llegar a un acuerdo”, dijo Schumer a The Associated Press el lunes.