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Turquía acusa a los militantes kurdos del atentado de Ankara  

Este ataque es el último de los numerosos atentados que han golpeado desde mediados del año pasado el país, miembro de la OTAN

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18.02.2016

Ankara, Turquía
Turquía acusó el jueves a los kurdos del atentado con coche bomba contra un convoy militar que causó 28 muertos la víspera en Ankara, en un clima de enorme tensión en torno a la guerra en la vecina Siria.

Este ataque es el último de los numerosos atentados que han golpeado desde mediados del año pasado el país, miembro de la OTAN.

Este mismo jueves, en otro ataque atribuido al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, kurdos) al menos seis soldados turcos murieron cuando viajaban en un convoy en la región de Diyarbakir, en el sudeste del país.

Menos de 24 horas después del atentado en Ankara, el primer ministro turco Ahmet Davutoglu afirmó que fue planificado por el PKK y las milicias kurdas de Siria, y ejecutado por un sirio de 23 años. Los kurdos desmintieron tales acusaciones.

' Este ataque terrorista fue cometido por elementos de la organización terrorista (PKK) en Turquía y un miliciano de las YPG (Unidades de Protección Popular, milicias kurdas de Siria)', dijo Davutoglu a la prensa.

El dirigente añadió que la policía efectuó nueve detenciones como parte de la investigación.

'El nombre del autor del atentado es Salih Necar. Nació en 1992 en la ciudad de Amuda, al norte de Siria (...). La organización terrorista (PKK, ndlr) y las YPG cometieron conjuntamente este ataque', insistió el jefe de gobierno.

Davutoglu prometió que los culpables ' pagarán un precio', y anunció que Turquía tomará todas las medidas en su frontera para asegurar su defensa.

Horas después del atentado en Ankara, la aviación turca bombardeó bases rebeldes del PKK en Irak. Davutoglu dijo que entre 60 y 70 combatientes resultaron muertos en esos bombardeos.

El atentado con coche bomba contra un convoy militar que causó 28 muertos la víspera en Ankara.

Desde varios kilómetros se observaba la columna de humo de las explosiones.

Paralelamente, desde el sábado pasado, la artillería turca bombardea a diario posiciones en el norte de Siria de los kurdos sirios de las YPG, que han aprovechado la ofensiva de las fuerzas del régimen de Damasco en la provincia de Alepo (norte) para apoderarse de nuevos territorios próximos a la frontera turca.

Turquía considera que tanto el PKK como las YPG son grupos terroristas, a diferencia de Estados Unidos, que sólo considera terrorista al PKK pero trabaja estrechamente con las YPG en la lucha contra los yihadistas en Siria.

Los kurdos desmienten

El PKK desmintió a través de uno de sus dirigentes, Cemil Bayik, estar detrás del atentado que golpeó el miércoles el corazón de la capital turca.

'No sabemos quién lo ha cometido pero puede tratarse de una respuesta a las matanzas de Turquía en el Kurdistán', dijo el responsable del PKK, citado por la agencia prokurda Firat.

El jefe de la principal formación kurda en Siria, el Partido de Unión Democrática (PYD), Saleh Muslim, también desmintió este jueves a la AFP 'cualquier implicación' de su brazo armado, las YPG, en el atentado de Ankara.

'Estas acusaciones' de Turquía 'están claramente vinculadas con una tentativa de intervenir en Siria' por parte de Ankara, añadió.

Turquía teme que los kurdos sirios creen una zona autonóma en el norte de Siria a las puertas de su frontera, similar a la que ya tienen los kurdos de Irak.

Turquía vive en estado de alerta permanente desde hace varios meses, cuando empezó una serie de atentados que el gobierno atribuyó al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El más grave fue el doble atentado suicida del 10 de octubre pasado durante una manifestación por la paz en Ankara, que dejó un saldo de 103 muertos y 500 heridos. El 16 de enero, diez turistas alemanes murieron en un ataque, atribuido al EI, en un barrio turístico de Estambul.

Además, desde el año pasado, el país se ha visto afectado por la reanudación del conflicto kurdo. Las fuerzas de seguridad y activistas del PKK se enfrentan a diario en el sureste del país, de mayoría kurda.

La reanudación de los enfrentamientos, y los atentados atribuidos al PKK tras más de dos años de tregua, han hecho volar en pedazos los diálogos de paz que se iniciaron en 2012 para buscar una solución al conflicto kurdo que ha dejado más de 40,000 muertos desde 1984.