Roma, Italia
Los potentes sismos del miércoles por la noche que sacudieron el centro de Italia no son considerados réplicas del terremoto mortal de agosto, sino uno gemelo, conocido como 'dual', cuando se registran dos sismos destructivos muy cercanos en el tiempo.
'No se trató de una réplica, ha sido un nuevo terremoto', explicó a la AFP Mario Tozzi, conocido experto del Instituto de Geología Ambiental y Geoingeniería (IGAG, dependiente del centro italiano de investigaciones.
'No sabemos si se trata de una falla que se despertó, que estaba 'dormida' en Amatrice', sostiene el experto, al mencionar la ciudad más afectada por el terremoto del pasado 24 de agosto, que provocó casi 300 muertos, la mayoría en esa ciudad.
'Podría ser una estructura paralela, un pariente muy cercano', añadió.
Se trata, según el geólogo, conocido por sus programas de información por televisión, de un fenómeno típico en esa región de Italia, que la historia sísmica denomina como 'el dual de los Apeninos', por sus sacudidas en esos montes que recorren del norte al sur la península italiana.
Si bien ese tipo de sismos se han registrado a lo largo de la historia de la tierra, ello no significa que la naturaleza reaccione siempre en la misma manera.
En esa zona de la península, los terremotos son a menudo dos, e incluso, como ocurrió la noche del miércoles, el segundo puede ser más poderoso del primero.
En 1997, un segundo terremoto sembró el pánico en Italia y causó graves daños a importantes obras de arte en Asís, la ciudad de San Francisco, cobrándose la vida de cuatro técnicos que estaban inspeccionando la basílica central, una semana después del doble terremoto del 26 de septiembre.
'En los próximos meses las réplicas deberán ser gradualmente más débiles', estima Tozzi.
El experto admite, sin embargo, que es 'imposible descartar' que se registre un sismo similar en las próximas semanas o meses.
Italia, considerado el país del Mediterráneo con mayor riesgo sísmico, está situada a medio camino entre la placa euroasiática y la africana, una zona de confluencia entre diferentes placas tectónicas, que chocan entre ellas, lo que provoca, según estimaciones de las autoridades italianas, que el 40% de la población del país viva en zonas de alto riesgo sísmico.
Sólo en siglo XX se registraron siete terremotos con magnitud superior a 6.5 de la escala Mercali, con efectos clasificables entre 10 y 11 grados, según datos de la protección civil.
Según el diario La Stampa, las zonas donde están las ciudades de Rimini, en Italia, y Pula, en Croacia, ahora separadas por el Adriático, se unirán en 20 millones de años.
Y a lo largo de esa lenta deriva tiembla la tierra, a veces levemente y otras de manera violenta.
La historia sísmica de Italia registra varios terremotos poderosos, entre ellos el de Nápoles, en 1980, que provocó la muerte de casi 3.000 personas y el que destruyó la ciudad de Messina, en Sicilia, en 1908, con más de 95.000 muertos por el sismo seguido de un maremoto.
También en 1915, más de 30.000 muertos causó el terremoto en Avezzano, en el centro de Italia y, como ocurrió el miércoles, se percibió en Roma, produciendo inclusive daños en algunos edificios de la capital.
Los potentes sismos del miércoles por la noche que sacudieron el centro de Italia no son considerados réplicas del terremoto mortal de agosto, sino uno gemelo, conocido como 'dual', cuando se registran dos sismos destructivos muy cercanos en el tiempo.
'No se trató de una réplica, ha sido un nuevo terremoto', explicó a la AFP Mario Tozzi, conocido experto del Instituto de Geología Ambiental y Geoingeniería (IGAG, dependiente del centro italiano de investigaciones.
'No sabemos si se trata de una falla que se despertó, que estaba 'dormida' en Amatrice', sostiene el experto, al mencionar la ciudad más afectada por el terremoto del pasado 24 de agosto, que provocó casi 300 muertos, la mayoría en esa ciudad.
'Podría ser una estructura paralela, un pariente muy cercano', añadió.
Se trata, según el geólogo, conocido por sus programas de información por televisión, de un fenómeno típico en esa región de Italia, que la historia sísmica denomina como 'el dual de los Apeninos', por sus sacudidas en esos montes que recorren del norte al sur la península italiana.
Si bien ese tipo de sismos se han registrado a lo largo de la historia de la tierra, ello no significa que la naturaleza reaccione siempre en la misma manera.
En esa zona de la península, los terremotos son a menudo dos, e incluso, como ocurrió la noche del miércoles, el segundo puede ser más poderoso del primero.
En 1997, un segundo terremoto sembró el pánico en Italia y causó graves daños a importantes obras de arte en Asís, la ciudad de San Francisco, cobrándose la vida de cuatro técnicos que estaban inspeccionando la basílica central, una semana después del doble terremoto del 26 de septiembre.
'En los próximos meses las réplicas deberán ser gradualmente más débiles', estima Tozzi.
El experto admite, sin embargo, que es 'imposible descartar' que se registre un sismo similar en las próximas semanas o meses.
Italia, considerado el país del Mediterráneo con mayor riesgo sísmico, está situada a medio camino entre la placa euroasiática y la africana, una zona de confluencia entre diferentes placas tectónicas, que chocan entre ellas, lo que provoca, según estimaciones de las autoridades italianas, que el 40% de la población del país viva en zonas de alto riesgo sísmico.
Sólo en siglo XX se registraron siete terremotos con magnitud superior a 6.5 de la escala Mercali, con efectos clasificables entre 10 y 11 grados, según datos de la protección civil.
Según el diario La Stampa, las zonas donde están las ciudades de Rimini, en Italia, y Pula, en Croacia, ahora separadas por el Adriático, se unirán en 20 millones de años.
Y a lo largo de esa lenta deriva tiembla la tierra, a veces levemente y otras de manera violenta.
La historia sísmica de Italia registra varios terremotos poderosos, entre ellos el de Nápoles, en 1980, que provocó la muerte de casi 3.000 personas y el que destruyó la ciudad de Messina, en Sicilia, en 1908, con más de 95.000 muertos por el sismo seguido de un maremoto.
También en 1915, más de 30.000 muertos causó el terremoto en Avezzano, en el centro de Italia y, como ocurrió el miércoles, se percibió en Roma, produciendo inclusive daños en algunos edificios de la capital.