Tegucigalpa; Honduras. Mientras el mundo sigue con expectativas los movimientos de la oposición venezolana para juramentar este 10 de enero a Edmundo González Urrutia como legítimo presidente, el gobierno de Honduras anunció que enviará a un representante a la toma de posesión de Nicolás Maduro, quien pretende seguir en el poder a punta de las armas, la violencia, la represión y el miedo.
En la medida el día D se acerca con cada hora que pasa, la paranoia del oficialismo y la tensión recorren las calles de Caracas, capital venezolana. Tras perder en las urnas, el 28 de julio de 2024, el derecho a un tercer mandato, el dictador lucha por quedarse en el poder a la fuerza.
Cinco meses después de las elecciones Maduro está solo, lo acompañan únicamente militares leales y gobiernos como el de Honduras, Nicaragua y Cuba. Aliados como Brasil y Colombia le dieron la espalda.
El gobierno de la presidenta Xiomara Castro, una de las primeras en felicitar a Maduro por un triunfo que la oposición luego demostró que fue fraudulento, mandará una delegación a Caracas, encabezada por el vicencanciller Gerardo Torres, para avalar otro período del régimen dictatorial.
Para el analista en temas internacionales Graco Pérez, enviar una delegación a reconocer un presidente que no ha sido electo por los venezolanos se suma al rosario de errores que ha cometido el gobierno de Castro en materia política exterior.
De esta manera, buscan avalar al autócrata, un violador de derechos humanos, un represor, un enemigo de la libertad de expresión. Cuestionan el golpe de Estado de 2009, sin embargo, respaldan las acciones de Maduro en Venezuela, un déspota brutal que abusa del poder, cuestionó Pérez.
Recordó que Maduro -sobre quien el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 15 millones de dólares- tarde o temprano será llevado ante la justicia norteamericana por delitos de narcotráfico, o será capturado en otros países por delitos de crímenes de lesa humanidad.
De acuerdo con el analista, que el gobierno de Castro mande un representante a una toma de posesión que carece de legalidad no envía un mensaje positivo de Honduras hacia la comunidad internacional.
Consideró que el gobierno hondureño nada más actúa con una visión ideológica, por simpatía o por relaciones personales, pero en ningún caso piensa en el beneficio del país. “Cualquier apoyo a un gobierno antidemocrático va en contra de los intereses y los valores del pueblo hondureño”, sostuvo.
Lucha en las calles
Aunque el dictador continúe en el poder a partir del 10 de enero, estará condenado a ser una paria en el escenario mundial, ya que los países de la Unión Europea, Estados Unidos y otra cantidad de América no lo reconocen. Consciente de que está solo y ante el temor a perder el poder, Maduro se muestra cada día más paranoico.
En las redes sociales se le ve histérico, agresivo, amenazante y recurriendo a lo único que le queda: las Fuerzas Armadas y a grupos de civiles que el autócrata ha uniformado y armado.
Consciente de que su cargo pende de un hilo, el tirano ha sacado a todos los militares leales a las calles para detener a una ola de manifestaciones que podrían desatarse este jueves tras el llamado de la líder opositora María Corina Machado, quien le perdió el miedo al dictador y está dispuesta a sacarlo a empujones del Palacio de Miraflores.
Mientras Maduro, con sus seguidores, se atrinchera, González Urrutia, reconocido internacionalmente como el legítimo presidente de Venezuela, viaja por toda América recibiendo el apoyo de distintos gobernantes y prometiendo que este 10 de enero estará en Caracas recibiendo la banda presidencial.
La reacción del pueblo venezolano ante el llamado de Machado de salir este jueves masivamente a las calles a pelear por su democracia y sus libertades, así como las acciones de los militares, serán el primer termómetro que permitirá a los analistas y periodistas valorar lo que pueda ocurrir este próximo viernes.
De acuerdo con Pérez, aunque González Urrutia logre el apoyo de la comunidad internacional será difícil expulsar a Maduro, quien se ha consolidado tras muchos años de represión y control de las instituciones del Estado. “Eso difícilmente va a cambiar”, proyecto.
El único país que podría ponerle presión sería Estados Unidos, “pero este gobierno del señor Joe Biden ya va de salida, y Trump todavía no asume. Entonces creo que eso va a tomar algún tiempo para ver qué acciones implementará Trump contra el dictador Maduro”, añadió.
Irrespeto a los hondureños
Por su parte, la congresista Maribel Espinoza, precandidata presidencial por el Partido Liberal, también posteó en la red X que los países democráticos del mundo han reconocido a Edmundo González Urrutia como el legítimo presidente electo por el pueblo de Venezuela.
Por ello, Xiomara Castro, “al enviar una delegación al remedo de toma de posesión que hará el narco- dictador Maduro, es muy preocupante, porque esa decisión es tan trascendente para el país, pues solo confirmará que quienes hoy gobiernan en Honduras no tienen respeto por los derechos humanos de los ciudadanos”
“Ella no representa con esa decisión el clamor popular de Honduras, que estamos apoyando al sufrido pueblo de Venezuela, que está luchando por su libertad en contra de su dictador”, escribió Espinoza.
Mientras el mundo espera el desenlace este próximo viernes, en las calles de Caracas se respira represión y libertad. No obstante, en las filas oficialistas el nerviosismo alcanzó su máximo nivel este miércoles, cuando el canciller panameño Javier Martínez Acha manifestó que “hay una gran sorpresa que va a estremecer al continente”, al referirse a la crisis política de Venezuela.
