CIUDAD GUATEMALA, GUATEMALA.-El
volcán de Pacaya, ubicado entre los departamentos de Guatemala y Escuintla, al sur del país, ha mantenido una intensa actividad desde hace un mes, lo que tiene en alerta a autoridades y comunidades que viven en las faldas del volcán.
El jueves el volcán continuaba manifestándose, pero había disminuido su actividad según informó la Coordinadora Nacional Para la Reducción de Desastres, CONRED. La noche previa el coloso lanzó columnas de ceniza y lava que podían observarse a kilómetros de distancia.
David de León, vocero de CONRED, dijo que por lo menos 21 pequeñas comunidades viven en las faldas del volcán y por prevención se les ha pedido abandonar sus viviendas, pero se han resistido a dejar sus casas por temor a robos.
El volcán de Pacaya se ubica entre los municipios de Amatitlán, del departamento de Guatemala, y el municipio de San Vicente Pacaya, en el departamento de Escuintla.
El jueves el volcán continuaba manifestándose, pero había disminuido su actividad según informó la Coordinadora Nacional Para la Reducción de Desastres, CONRED. La noche previa el coloso lanzó columnas de ceniza y lava que podían observarse a kilómetros de distancia.
David de León, vocero de CONRED, dijo que por lo menos 21 pequeñas comunidades viven en las faldas del volcán y por prevención se les ha pedido abandonar sus viviendas, pero se han resistido a dejar sus casas por temor a robos.
El volcán de Pacaya se ubica entre los municipios de Amatitlán, del departamento de Guatemala, y el municipio de San Vicente Pacaya, en el departamento de Escuintla.
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María, de 48 años, es residente del lugar y vive en las faldas del volcán desde que nació.
“Se pone uno con miedo, pero gracias a Dios no nos ha pasado nada. Se acostumbra una a convivir con el volcán. Uno ya le calcula cuando ya es de salir, tiene una todo preparada, ya esta lista para evacuar”, dijo a la AP.
María explicó que cuando es momento de dejar su casa por la amenaza del volcán lleva pocas pertenencias: una muda de ropa y documentos personales.
“Uno sabe cuándo el volcán va a tirar y cuándo no. Uno está pendiente. Ya cuando comienza a tirar, que ya no se detiene, es cuando todos deciden salir”, aseguró la mujer.
De León, de CONRED, indicó que el jueves el volcán reflejaba una disminución de actividad, lanzamiento de ceniza o retumbos que emite el coloso. “Sin embargo se mantiene la alerta” dijo.
El Parque Nacional Pacaya, que es una atracción turística desde donde se puede observar el coloso, se mantiene cerrado.