David Spergel, presidente de la Fundación Simons, resalta la importancia de esta cuestión fundamental
Arte y ciencia se unen para monitorear la contaminación
En East Canfield Village, Detroit, una escultura monumental en forma de corona africana brilla con pintura dorada, diseñada por el artista Jordan Weber
“Bosque Nuevo, Tronos Antiguos” de Jordan Weber, en Detroit, está equipado con dispositivos de monitoreo del aire.
dom 16 de junio de 2024 a las 20:53
Por Patricia Leigh Brown | The New York Times
DETROIT, Michigan — East Canfield Village en Detroit no es el lugar más probable para encontrar una escultura monumental de una corona africana que brilla con pintura dorada.
Sin embargo, esta majestuosa estructura, diseñada por el artista de land art y activista Jordan Weber, es adecuada para uno de los vecindarios más desfavorecidos y contaminados de la Ciudad: la corona está equipada con un sistema de monitoreo del aire que permite a los residentes rastrear los contaminantes, desde el humo de los incendios forestales canadienses hasta emisiones de un enorme complejo de ensamblado automotriz a cuatro cuadras de distancia.
La escultura de Weber, “Bosque Nuevo, Tronos Antiguos”, en el recientemente diseñado Parque de Arte East Canfield, fue develada el 18 de mayo en una procesión encabezada por tamborileros de África Occidental. La escultura fusiona coronas usadas por dos reinas africanas —Ranavalona III del Madagascar del siglo 19, quien lideró la resistencia de su reino a los colonizadores franceses antes de ser exiliada, e Idia de Benin, cuyas hazañas militares durante el reinado de su hijo en el siglo 16 ayudaron a repeler a invasores tribales.
La instalación surgió de la inspiración de Rhonda y Kim Theus, hermanas que regresaron a casa en East Canfield en el 2016 —Kim de Nueva York y Rhonda de un suburbio de Detroit. Fundaron el Consorcio Canfield para transformar terrenos baldíos llenos de basura en espacios productivos repletos de flores y arte público, y colaboraron con Weber en la corona.
Al igual que las reinas africanas, las hermanas son “matriarcas, protectoras y proveedoras”, dijo Weber.
Weber inicialmente se centró en instalaciones para museos y galerías. Eso cambió en el 2014 después de que condujo desde Des Moines, Iowa, su ciudad natal, hasta Ferguson, Missouri, para unirse a las protestas después de la muerte a tiros de Michael Brown por parte de un oficial de policía blanco. “Ver la silueta de dónde estaba Michael Brown me destrozó”, dijo. Se comprometió con una práctica “centrada en el impacto”.
Un año después, compró un viejo Ford Crown Victoria y lo pintó para que pareciera una patrulla de policía, llenándolo con plantas y tierra de Ferguson, en honor a Brown, e incluyó un homenaje a Eric Garner, quien murió después de que un policía le aplicó una llave en Nueva York. “American Dreamers (Phase 2)” causó revuelo cuando se exhibió en Los Ángeles.
Durante una estancia de dos años en el Centro de Arte Walker, en Minnesota, Weber colaboró con adolescentes en una granja urbana dispuesta como una cancha de basquetbol. En el norte de Minneapolis, devastado por la industria, la idea era cultivar plantas para filtrar los contaminantes antes de que llegaran al Río Mississippi.
De vuelta en East Canfield Village, estudiantes de ciencias de segundo de secundaria de la Academia de Liderazgo Barack Obama, ubicada frente al parque de arte, ayudaron a plantar árboles y usarán la corona como aula ambiental. Ya son científicos ciudadanos, diciéndole a su maestra, Monique Taylor: “Mamá Taylor, la calidad del aire es mala”.
La corona, en todo su esplendor, es una puerta de entrada a los ritmos de la naturaleza para los niños para quienes tales amenidades no se desbordan.
Como dijo Taylor, “Creo que representa ‘No nos olvidamos de ustedes’”.
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