Por: Li Yuan | The New York Times
Mientras Estados Unidos lidia con la zozobra desatada por la Administración Trump, muchos chinos hallan que se identifican con lo que muchos estadounidenses están pasando.
Dicen que se siente algo así como la Revolución Cultural —”la década de zozobra”. Los jóvenes asistentes que Elon Musk ha enviado para desmantelar al Gobierno de Estados Unidos les recuerdan a algunos chinos a los Guardias Rojos que Mao Zedong reclutó para destruir la burocracia. Tras escuchar las reflexiones del Presidente Donald J. Trump sobre cumplir un tercer mandato, dijeron en broma que Xi Jinping, el líder de China, debe estar diciendo: “Yo sé cómo hacerlo” —al urdir un cambio a la Constitución en el 2022.
Estados Unidos ayudó a China a modernizar y expandir su economía con la esperanza de que China se volviera más como EU. Ahora, algunos chinos ven a Estados Unidos pareciéndose cada vez más a China.
“Viniendo de un estado autoritario, sabemos que la dictadura no es un simple sistema —es, en esencia, la búsqueda del poder”, escribió el periodista Wang Jian en una publicación de X criticando a Trump. “También sabemos que la Revolución Cultural se centró en desmantelar las instituciones para expandir el control”.
Para estos chinos, que luchan por los valores democráticos, pero lidian con un Estado autoritario, su modelo a seguir se está autodestruyendo. Expresan su alarma en entrevistas, artículos y comentarios en redes sociales, y son testigos de cosas que creían que sólo podían ocurrir en China: anuncios oficiales aduladores, intimidación a los medios, grandes empresarios compitiendo por el favor de los líderes y un Presidente que se autoproclama rey.
China es un Estado unipartidista que carece de tres pilares del sistema estadounidense: libertad, democracia y Estado de derecho. Millones de chinos murieron durante la Revolución Cultural y decenas de millones fueron perseguidos. Lo que ocurre en EU dista mucho de eso.
“No es precisamente un paralelismo”, afirmó Ian Johnson, periodista estadounidense que lleva décadas escribiendo sobre China. Pero el sistema de EU se está desmoronando sin presión externa, añadió —de manera similar a lo que hizo el Partido Comunista en el auge de la Revolución Cultural en 1966. Tras la Revolución Cultural, que destruyó casi todas las instituciones en China, el País intentó construir algo similar a esos cimientos estadounidenses. Pese a las restricciones oficiales, abogados, periodistas y emprendedores construyeron una sociedad civil incipiente que intentó exigir cuentas al Gobierno.
Estos son los chinos que más sufrieron cuando Xi sofocó los esfuerzos por hacer que China fuera más abierta y democrática, y también son los más decepcionados por lo que está sucediendo en EU.
Se han visto conmocionados por los cambios abruptos en la política estadounidense bajo Trump. Lo más sorprendente es el lenguaje que las agencias gubernamentales han usado en las publicaciones en redes sociales. El tono, dicen, suena a propaganda del Partido Comunista Chino.
“Ni siquiera las publicaciones de la embajada del PCC pasan todos los días elogiando obsesivamente a Xi Jinping”, escribió Deng Haiyan, un ex oficial de policía convertido en crítico del Gobierno chino, en X.
La cuenta oficial de Weibo en la red social de la Embajada de Estados Unidos en China, que tiene 3.5 millones de seguidores, solía ser una plataforma para que el Gobierno de EU difundiera los valores estadounidenses e información confiable. Pero recientemente, muchas de las publicaciones en Weibo de la embajada han cambiado tanto en contenido como en estilo, y se han visto inundadas de comentarios enojados de usuarios chinos. En una publicación sobre los comentarios de Trump sobre los derechos humanos, un usuario escribió: “¿Y te crees digno de hablar de derechos humanos? ¡Traicionaste a Ucrania!”.
Recientemente, cuando la embajada publicó que la Casa Blanca elegiría a los medios de comunicación autorizados para participar en la sala de prensa presidencial, un usuario en Chongqing comentó, “Permitir selectivamente que ciertos medios realicen entrevistas —una táctica muy familiar”.
Para muchos chinos, el motor del caos en Washington es un impulso familiar. “La única manera de desmantelar el ‘estado profundo’ de EU es a través de una ‘Revolución Cultural’”, escribió Zhang Qianfan, profesor de Derecho en la Universidad de Beijing, en un artículo ampliamente circulado. “La Revolución Cultural no trae ni honestidad ni eficiencia, sólo la demolición del estado de derecho esencial para la supervivencia de todos”.
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