El Museo Tate Modern de Londres presenta una exposición sobre Leigh Bowery, ícono cultural y diseñador de moda, celebrando su impacto en la cultura queer

  • Actualizado: 01 de abril de 2025 a las 00:00

Por Tom Faber/ The New York Times

LONDRES — “Si me etiquetas, me invalidas”, dijo Leigh Bowery, el artista de performance y diseñador de moda, en 1993, un año antes de su muerte a los 33 años.

Bowery nunca llegó a ser un nombre familiar. Sin embargo, su influencia cultural queda fuera de toda duda: sus modas aún son referentes en las pasarelas. Y su estatus como ícono de la cultura queer está cimentado por invocaciones regulares en noches de club LGBTQ y en “RuPaul’s Drag Race”.

Una nueva exposición titulada “Leigh Bowery!” en el Museo Tate Modern de Londres lleva su obra a un público más amplio. La muestra, que estará abierta hasta el 31 de agosto, traza el recorrido de Bowery desde los suburbios de Australia hasta la escena alternativa de clubes gay de Londres en la década de 1980. El cantante Boy George una vez lo describió como “arte moderno con piernas”.

Boy George más tarde interpretó a Bowery en el musical biográfico de Broadway del 2003, “Taboo”, titulado así por una noche tristemente célebre en un club londinense que Bowery celebraba. Todos los jueves, la fiesta atraía a artistas, modelos, diseñadores, celebridades —y heroinómanos. Los atuendos de Bowery desafiaban las nociones convencionales de gusto, género y decoro. Su imponente figura —corpulenta y con una imponente estatura de 1.90 metros— sólo acentuaba el impacto de su extravagante apariencia.

Leigh Bowery en una toma de “La Sra. Peanut visita Nueva York”, de Charles Atlas, 1999.

Una de sus colaboradoras de diseño fue Nicola Rainbird, amiga íntima de Bowery y posteriormente su esposa. Aunque Bowery era gay, se casaron en una ceremonia que él llamó “un pequeño performance artístico privado”.

Él confeccionaba atuendos con lo que encontraba, incluyendo pelotas de tenis, latas de atún e incluso merengues. Algunos de sus looks más recordados incluyen pegamento de colores chorreando por su cabeza calva y lunares gigantes que cubrían no sólo su ropa, sino también su rostro.

Uno de sus looks exhibidos en el Tate Modern es un arnés de cuero rosa que sujeta focos parpadeantes sobre las orejas.

En la década de 1990, Bowery se volvió hacia el performance.

El Tate muestra un video de su acto “Birthing”, que realizó en el festival drag Wigstock de 1993 en Nueva York. Llevaba un traje abultado del que Rainbird emergió como una recién nacida, cubierta de una sustancia roja y salchichas a modo de cordón umbilical.

A Bowery le encantaba despertar indignación, y después de un espectáculo en el que se le aplicó un enema en el escenario, comentó: “Si tengo que preguntarme si esta idea es demasiado enferma, sé que voy por buen camino”.

Bowery fue diagnosticado con VIH en 1988. Falleció el 31 de diciembre de 1994 de meningitis y neumonía relacionadas con el sida.

© 2025 The New York Times Company

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