Por Jason Bittel/The New York Times
Frente a las costas de Baja California, una ballena asesina ha guiado a su manada en agresiones rutinarias contra el pez más grande del mar: el tiburón ballena.
Ya ha habido reportes aislados de ballenas asesinas (también conocidas como orcas) atacando a un tiburón ballena. Pero un estudio publicado hace poco en la revista Frontiers in Marine Science es el primero en mostrar que un grupo encabezado por Moctezuma, de 50 años, ha repetido la conducta al menos cuatro veces. El hallazgo sugiere que estos animales podrían andar al acecho de tiburones ballena.
De los cuatro sucesos documentados del 2018 al 2024, el enorme Moctezuma estuvo presente en tres.
Y el cuarto incidente se llevó a cabo por ballenas asesinas con las que se sabe que está asociado.
Las orcas se pueden hallar en todos los océanos del mundo. Aunque hay sólo una especie, científicos han documentado que muchas poblaciones de orcas se adaptan a hábitats particulares. Cada una parece tomar como presa animales específicos, como crías de ballena, focas, salmones, mantarrayas y tiburones blancos.
Los tiburones ballena son gigantes dóciles, pero los ataques coordinados de Moctezuma y su manada son brutales. Las orcas embisten al gigantesco pez desde abajo, volteándolo para inducir un estado catatónico. También los muerden cerca de los genitales, lo que hace que se desangren.
De acuerdo con Francesca Pancaldi, bióloga marina en el Fondo Mundial para la Naturaleza y autora principal del estudio, su objetivo es llegar a los grandes hígados de los tiburones ballena, que están llenos de nutrientes y calorías.
Pancaldi señaló que todos los ataques documentados han sido contra tiburones ballena jóvenes, que miden alrededor de 6 a 8 metros de largo.
“Los jóvenes son definitivamente los más vulnerables”, apuntó Pancaldi, comparado con los adultos, de los cuales se ha documentado que el más grande llega a medir más de 18 metros de largo.
Alisa Schulman-Janiger, investigadora de campo principal para California Killer Whale Project, dijo que Moctezuma había sido visto al menos dos veces en el sur de California, en el 2002 y el 2017.
En ambos casos, iba acompañado de una hembra. Schulman-Janiger, quien no participó en el estudio, se preguntó si la misma hembra ahora podría estar atacando a los tiburones ballena y, de ser así, si podría ser la madre de Moctezuma.
Madres y abuelas son importantes en la sociedad de las orcas. Científicos han hallado que las orcas son una de las pocas especies que viven después de la menopausia y que las orcas macho adultas con madres vivas sobreviven mejor que aquellas sin madres.
Aunque documentar ataques de orcas a tiburones ballena es nuevo, la conducta probablemente sucede desde hace mucho tiempo.
“Ahora hay más ojos mirando y todo el mundo tiene acceso a iPhones”, dijo Pancaldi.
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