Podrían las entradas gratis ser producir utilidades

POR Rory Smith / The New York Times

PARÍS — Ni el Paris F.C. ni el St.-Étienne tendrá muchos motivos para recordar el partido. Hubo cero goles, pocos tiros y falta de dramatismo en empate bañado en lluvia. Pero los aproximadamente 17 mil aficionados que asistieron pueden considerarse parte de un ejercicio filosófico que podría ayudar a dar forma al futuro del futbol.

En noviembre, el Paris F.C. anunció que eliminaría los precios de las entradas para el resto de la temporada, con un par de excepciones: una tarifa simbólica para los fans apoyando al equipo visitante y tarifas de mercado para quienes utilizaran los palcos. Los demás podrían acudir gratuitamente al Stade Charléty —el estadio compacto que el Paris F.C. le renta al Gobierno de la Ciudad.

Al hacerlo, el club inició lo que equivale a un experimento que examina algunas de las cuestiones del deporte hoy: la relación entre costo y valor; el vínculo entre los hinchas y sus equipos locales; y qué es asistir a un partido en la era digital.

El futbol parisino es dominado por el Paris St.-Germain, el eterno campeón de Francia. París F.C. es un equipo de segunda división. Al abrir sus puertas, el club creía que podría incrementar la asistencia, atraer familias y fomentar algo de lealtad a largo plazo. Pero también buscaba decir a la gente que estaba ahí.

“Tenemos que ser diferentes para destacar en París”, dijo Fabrice Herrault, director general del club.

Meses después, las multitudes han aumentado en más de un tercio. Los partidos celebrados a horas atractivas para niños de edad escolar han sido los más concurridos, indicando que el club está atrayendo a un grupo demográfico más joven.

Las entradas del Paris F.C. nunca fueron caras —Aymeric Pinto, un aficionado tiene una década de asistir, dijo que los asistentes habían estado pagando el equivalente a sólo unos 6 dólares— pero abolir incluso esa barrera ha marcado una diferencia notable.

La multitud de 17 mil espectadores (en su mayoría) gratuitos en el partido contra St.-Étienne impuso un récord, pero el St.-Étienne tiene una gran base de seguidores. Al interior del estadio, la cantidad de playeras verdes del St.-Étienne lo delataba.

Aún así, para el Paris F.C., el patrón en general ha sido alentador. La estrategia de entrada gratuita costará alrededor de un millón de dólares —una combinación de ingresos perdidos y gasto adicional en seguridad y personal— pero el equipo dice que ha valido la pena.

Los resultados positivos se alinean con la experiencia del Fortuna Düsseldorf, un club alemán de segunda división que fue pionero en el enfoque de entradas gratuitas. El año pasado, Fortuna anunció que permitiría a los fans entrar gratis a algunos partidos, el inicio de un programa piloto de cinco años que podría llevar a la abolición total de las tarifas de entrada.

El Fortuna ya ha celebrado dos de los tres encuentros gratuitos que tenía previstos para la fase piloto. Para el primero, el club dijo que recibió tantas solicitudes que podría haber llenado dos veces su estadio de 52 mil butacas. Para el segundo, podría haberlo hecho tres veces. Más significativo es el impacto fuera de esos partidos.

“Nuestra asistencia promedio ha pasado de 27 mil a 33 mil”, dijo Alexander Jobst, director ejecutivo del club. “Nuestras ventas de mercancía han aumentado 50 por ciento. Nuestros ingresos por patrocinio han aumentado 50 por ciento”.

El Fortuna tradicionalmente oscila entre la primera y segunda división de Alemania; tiene la esperanza de conseguir el ascenso esta temporada. Sin embargo, está atrayendo a más fans que cuando ganó la segunda división con facilidad en el 2018.

El razonamiento del Fortuna fue más ideológico que el del Paris F.C. Como todos los equipos de futbol alemanes, es propiedad de sus miembros, y el club vio permitir la entrada gratuita a los fans como una manera de garantizar que nadie se viera impedido de asistir por motivos de precio.

El futbol, como todos los deportes, es ahora en gran medida un negocio televisivo. Los equipos son financiados con dinero de tratos de transmisión. Y si el futbol ahora es contenido, entonces parte de ese contenido lo proporcionan los aficionados.

“Desde la pandemia ha habido una creciente conciencia del papel de los espectadores en la ‘producción’ de eventos deportivos”, afirmó Luc Arrondel, profesor en la Escuela de Economía de París. Señaló que había consenso en la literatura académica de que la ventaja de jugar en casa es real y que el factor más importante para ello es el efecto de una multitud partidista.

“La presencia de aficionados en el estadio aumenta el atractivo del producto televisivo y, por tanto, posiblemente, el valor de los derechos televisivos”.

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