Reforma judicial en México: jueces serán elegidos por voto popular
México aprobó una reforma histórica que permitirá elegir a miles de jueces por voto popular, lo que ha generado división entre el gobierno y la oposición
- 22 de septiembre de 2024 a las 17:23
Por Emiliano Rodríguez Mega y James Wagner/The New York Times
CIUDAD DE MÉXICO — El 12 de septiembre se produjo un cambio histórico en México cuando la mayoría de sus 32 Estados aprobó una reforma al sistema judicial.
Miles de jueces ahora serían elegidos en lugar de designados, desde los tribunales locales hasta la Suprema Corte. La medida ha provocado una profunda división en México. Aún así, el Presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el proyecto de ley el 15 de septiembre, en vísperas del Día de la Independencia de México.
“Es una reforma muy importante”, dijo a principios de semana. “Es reafirmar que en México hay una auténtica democracia donde el pueblo elige a sus representantes”.
El Presidente saliente y su partido Morena han defendido la reestructuración del sistema judicial como una forma de reducir la corrupción, el tráfico de influencias y el nepotismo y dar a los mexicanos una mayor voz. Claudia Sheinbaum, la sucesora de López Obrador, asumirá el cargo el 1 de octubre y ha respaldado plenamente el plan.
Pero los trabajadores judiciales, jueces, juristas y líderes de la Oposición argumentan que abordaría de manera inadecuada los problemas y, en cambio, reforzaría el movimiento político de López Obrador.
En Estados Unidos, donde los electores eligen a los jueces en muchos Estados, algunos jueces dicen que los nombramientos judiciales pueden ser fácilmente controlados por caprichos políticos y que las elecciones pueden incluso ayudar a aumentar la diversidad en los poderes judiciales. Sin embargo, las investigaciones sugieren que la diversidad inadecuada es un problema tanto cuando los jueces son elegidos como cuando son nombrados.
La reforma separaría al poder judicial de su órgano de supervisión, el Consejo de la Judicatura Federal. A partir de ahora, el Presidente de ese consejo es también el presidente de la Suprema Corte. Eso hace que la carga de trabajo sea imposible, dicen los expertos.
“Cuando tienes a alguien que desempeña ambas funciones, inevitablemente hay un conflicto de intereses”, dijo Sergio López Ayllón, profesor de Derecho que ha dado asesoría a instituciones como el Senado y la Suprema Corte de México.
Como la medida elimina muchos requisitos para convertirse en juez, los críticos temen que abra el camino para que personas con sólo un título de Derecho y pocos años de experiencia se postulen. Esto es particularmente relevante en los tribunales de distrito, donde bajo el sistema actual los futuros jueces son nombrados después de pasar por una serie de pruebas “muy difíciles”, dijo Adriana García, asesora experta del Laboratorio de Impacto del Estado de Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de Stanford, en California. “Pasamos de elegir en función de sus méritos y habilidades a elegir en función de la popularidad”.
Los electores también tendrían la tarea de conocer a todos los candidatos. El plan es que se elija en junio próximo a todos los magistrados de la Suprema Corte; los miembros del recién creado Tribunal Disciplinario; y aproximadamente la mitad de los 7 mil jueces del País, con el resto electo en el 2027.
Algunos tenían la esperanza de que Sheinbaum moderara los cambios radicales al sistema judicial tras reemplazar a López Obrador el próximo mes. Pero ella no ha mostrado ninguna intención de hacerlo.
“No hay posibilidad de revertir la reforma”, dijo Sheinbaum a los periodistas este mes. “Fue decisión del pueblo de México”.
Miriam Castillo contribuyó con reportes a este artículo.
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