Stuart Pivar y su batalla legal por un presunto Van Gogh de $300 millones

Stuart Pivar demandó al Museo Van Gogh tras rechazar su presunto Van Gogh. La autenticación se vuelve un campo delicado y legalmente riesgoso

  • 05 de abril de 2025 a las 21:14
Stuart Pivar y su batalla legal por un presunto Van Gogh de $300 millones

Por: Nina Siegal/ The New York Times

Stuart Pivar, ingeniero químico neoyorquino de 94 años, colecciona arte desde niño. Calcula haber adquirido unas 300 piezas a lo largo de los años, incluyendo un retrato suyo realizado por su amigo Andy Warhol y pinturas de Jean-Michel Basquiat, Jackson Pollock y Edgar Degas. También está convencido de poseer una obra maestra desconocida de Vincent van Gogh, un gran paisaje titulado “Auvers, 1890” firmado “Vincent” en el reverso.

Pero el Museo Van Gogh de Amsterdam, que posee la mayor colección de obras del artista holandés del siglo 19, no está de acuerdo. Sus curadores e investigadores estudian cada aspecto de su vida y obra. Cuando el museo envió a Pivar una carta de 15 páginas en el 2021 explicando por qué no consideraba su pintura un Van Gogh, este respondió con una demanda por 300 millones de dólares en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos.

El hecho de que el museo no reconociera la pintura era “negligencia”, argumentó Pivar en los documentos judiciales, y había reducido su valor a casi nada. Le había costado unos cuantos miles de dólares en una subasta.

El costo de litigar y responder a la avalancha de consultas ha hecho que el museo se resista cada vez más a las solicitudes de autenticación. Sin embargo, sin su imprimátur, es improbable que grandes casas de subastas como Christie’s o Sotheby’s vendan algo atribuido a Van Gogh.

“Este campo puede ser bastante litigioso, y eso es algo que nos esforzamos por evitar”, dijo Emilie Gordenker, directora del Museo Van Gogh. “Tenemos estas conversaciones a menudo: ¿Deberíamos seguir desempeñando este papel? A veces nos pone en una situación incómoda —o más bien en una posición delicada”.

“Auvers, 1890” valdría millones de dólares si fuera declarada obra auténtica de Vincent van Gogh. (Peter Fisher para The New York Times)

La autenticación es importante para quienes descubren obras potencialmente valiosas y para los expertos que desean un registro de todo lo que un artista creó.

El Museo Van Gogh, fundado por el sobrino del artista, abrió sus puertas en 1973. No cobra por sus servicios de autenticación y, para descartar rápidamente cualquier cosa que considere “claramente alejada de la obra de Van Gogh”, la mayoría de las solicitudes se procesan con base en fotos. Cuando acepta una para un análisis más profundo, utiliza herramientas científicas —escaneos, muestras de pintura, rayos X— y su conocimiento experto para hacer comparaciones con las obras, cartas e historia personal de Van Gogh.

Aunque el museo se enorgullece de ser un centro de conocimiento especializado sobre Van Gogh, Gordenker enfatizó que sus decisiones no son vinculantes: “Sólo ofrecemos una opinión, que puede ser alterada”.

Puede ser difícil, incluso para los expertos, tomar decisiones indiscutibles sobre quién pintó qué hace décadas o siglos. Tras rechazar inicialmente “Atardecer en Montmajour” cuando se envió para su evaluación en 1991, el Museo Van Gogh determinó que la obra era un “paisaje recién descubierto” en el 2013.

En octubre, el museo emitió opiniones en The Burlington Magazine, una revista de arte, sobre tres obras atribuidas a Van Gogh que consideraba no auténticas. Previamente había autenticado una de ellas, “Cabeza de Mujer”, que Christie’s vendió a un comprador privado en 2011 por casi un millón de dólares. Cuando salió a la luz una segunda versión, los expertos del museo hallaron que “Cabeza de Mujer” había sido “ejecutada por un copiador”.

Markus Roubrocks, un comerciante de arte alemán, entabló una demanda en un tribunal holandés después de que el museo decidió en el 2001 rechazar “Naturaleza muerta con peonías”, una pintura que había sido considerada auténtica por 10 expertos. Sin embargo, la Suprema Corte de los Países Bajos confirmó la sentencia de un tribunal inferior que establecía que el museo no había actuado con negligencia ni ilegalidad.

Especialistas de Sotheby’s y Christie’s, comerciantes de arte y personal de instituciones de arte sin fines de lucro afirmaron que, si un coleccionista quería vender un Van Gogh, generalmente necesitaba la validación del Museo Van Gogh. Otras voces pueden tener cierto impacto, afirmaron, pero ninguna tiene mayor autoridad.

Walter Feilchenfeldt, comerciante y experto en Zurich que ha escrito varios libros sobre Van Gogh y quien en ocasiones discrepa de las decisiones del museo, afirmó que no debería existir “un monopolio sobre la autenticidad de Van Gogh”.

La demanda de 300 millones de dólares de Pivar fue finalmente desestimada por razones de jurisdicción. Aunque ahora se arrepiente de haber demandado, sigue frustrado por no tener a quién más recurrir. “Demandar a un museo es algo realmente repugnante”, dijo. “Lo hice porque pensé que lo que estaban haciendo era contrario al estudio académico”.

© 2025 The New York Times Company

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