Por Richard Fausset y Ségolène Le Stradic / The New York Times
PARÍS — Conmocionó a París, una Ciudad que lucha por transformarse en una de las grandes metrópolis ciclistas del mundo: un ciclista, aplastado por un vehículo deportivo utilitario en un carril para bicicletas a pocos metros de La Madeleine, la emblemática iglesia neoclásica, en lo que los fiscales sospechan fue un acto deliberado de furia al volante.
Se ha abierto una investigación por asesinato y el mes pasado la Alcaldesa Anne Hidalgo encabezó al Ayuntamiento de París en guardar un minuto de silencio por el ciclista Paul Varry, un joven de 27 años que también abogaba por el ciclismo. Hidalgo, miembro del Partido Socialista, pronunció un emotivo discurso en el que señaló que continuaría implementando sus políticas agresivas que apuntan a reducir drásticamente el papel del auto en la vida parisina. “Estoy realmente enojada”, dijo. “El futuro no pertenece a los autos”.
Un derroche de emoción por la muerte de Varry el 15 de octubre ha puesto de relieve los peligros que enfrentan los ciclistas en una Ciudad que ha visto una explosión de bicicletas y carriles para bicicletas en los últimos años. Pero también ha subrayado las frustraciones que sienten cada vez más los automovilistas en un lugar que ha optado por limitar el movimiento, la velocidad y las opciones de estacionamiento de los autos.
En las últimas semanas, mientras grupos de ciclistas, impulsados por la muerte de Varry, han exigido más protecciones de los conductores agresivos, otros se han quejado de los propios ciclistas parisinos, algunos de los cuales se han ganado la reputación de correr riesgos peligrosamente.
Lo que aumenta las tensiones es una nueva política que prohíbe a los automovilistas conducir por los cuatro distritos en el corazón de la Ciudad, reavivando el argumento de que la postura anti-autos de Hidalgo es poco práctica, mala para los negocios y está dirigida a los liberales ricos que pueden darse el lujo de vivir en el centro de la Ciudad.
El debate en la capital francesa refleja los desafíos que enfrentan los elaboradores de políticas en todo el mundo cuando piden a sus ciudadanos que modifiquen sus hábitos de vida en la lucha contra el cambio climático.
Hidalgo, quien asumió el cargo en el 2014, anunció que no buscaría un tercer mandato. Ha hecho de la reducción del tráfico de vehículos un esfuerzo distintivo.
Su Gobierno ha convertido las carreteras a orillas del Sena en senderos para peatones y ciclistas, creado cientos de kilómetros de carriles para bicicletas en otros lugares y reservado la mayor parte de la Rue de Rivoli, una vía clave que corre de este a oeste, para los ciclistas.
La Ciudad ha reducido el límite de velocidad en su anillo periférico y prevé eliminar 60 mil cajones de estacionamiento para el 2030. Está implementando las nuevas restricciones de tráfico en los distritos primero, segundo, tercero y cuarto, en la margen derecha del Sena, una zona que incluye el Louvre, los jardines de las Tullerías y barrios como el Marais.
Patrick Aboukrat, dueño de una boutique en el barrio Marais y presidente de la asociación de comerciantes Comité Marais Paris, dijo que su grupo planea emprender acciones legales para detener la prohibición, que, según predice, perjudicará su negocio.
Yves Carra, vocero del grupo Mobilité Club France, dijo que el auto era una respuesta tecnológica válida a la expansión suburbana de París. Las políticas de Hidalgo, dijo, eran perjudiciales para “las personas que necesitan estos autos para poder moverse y vivir”.
Hidalgo ha argumentado que sus políticas han contribuido a reducciones significativas en la contaminación del aire en la Ciudad.
Varry provenía de un suburbio cercano, Saint-Ouen-sur-Seine, donde había hecho de la causa de los ciclistas “el compromiso de su vida”, de acuerdo con el Ayuntamiento de ese lugar.
Las autoridades dicen que Varry andaba en bicicleta por un carril designado cerca de La Madeleine el martes por la tarde. El conductor del vehículo deportivo utilitario, un hombre de 52 años, comenzó a conducir ilegalmente en el carril y atropelló el pie de Varry. Éste le pegó con el puño al cofre. Poco después, dicen los fiscales, el conductor atropelló a Varry.
El automovilista ha sido detenido. Un abogado del hombre dijo que su cliente estaba tratando de dar vuelta a la derecha y no atropelló a Varry deliberadamente. El incidente provocó más de 200 protestas en Francia.
En respuesta directa a la muerte de Varry, François Durovray, el Ministro del Transporte de Francia, creó una nueva “misión contra la violencia para proteger a todos los usuarios de los caminos”.
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