Un país tan lleno de corruptos prominentes y de alcurnia que pontifican contra la corrupción y hasta aconsejan a otros gobernantes, candidatos presidenciales desde el poder prometen que harán lo que pudieron hacer en cuatro años y no lo hicieron... en lo bueno, porque en lo malo sí fueron abundantes.
Un ministro de Seguridad que, en medio de horrendos asesinatos, embolsados, envueltos en sábanas o colgados de los puentes, ejecuciones extrajudiciales, secuestros, sicariato, cobros de “impuestos de guerra” y todo lo demás, es capaz de pintar tan lindo panorama, que le dice al pueblo que en ocho meses de 2013 “apenas” se produjo un asalto en el interior del autobús.
Incluso el futuro lo pintan de chiste cuando los dos viejos partidos, que junto con los militares han hecho el desastre de país en el que hoy vivimos, pretenden presentarse ante los electores como los que sí cambiarán las cosas.
Mientras deja superendeudado al país, no puede pagarle a tiempo ni a los policías y personal de salud, el gobierno pasa diciendo que todo está bien, que hasta mejor recibirá el país quien asuma a partir del próximo 27 de enero.