La noticia publicada por EL HERALDO hoy (el lunes 24 de junio) de que se subvaluó el ganado vacuno y porcino que había sido asegurado por la OABI a supuestos “narcos” solo nos repite una cosa que ya es obvia: que en estas Honduras los funcionarios públicos son tan o más corruptos que los mismos delincuentes.
Es lamentable, porque se supone que las autoridades son la expresión de un ente superior de la sociedad como es el Estado, que debe estar por encima del resto de la sociedad en cuanto a honestidad, transparencia, rectitud, moralidad.
Para que todo vuelva a su cauce normal, se debería castigar incluso con más severidad a quienes, desde el poder, actúan igual o peor que los delincuentes.